Son el paraíso del aneonimo procaz. El excusado donde los cobardes escriben en las paredes y libran a ellas sus miserias emocionales. Entonces, para qué existen ? quizás para convencernos de la verdad de la naturaleza humana, o simplemente para concientizarnos de los desastres de la incultura y el analfabetismo de la ignorancia, aunque ésto último suene tonto. Pero es que el verdadero analfabetismo no es la ignorancia del alfabeto sino de lo que significa lo que nos rodea.
Algún día desaparecerán las cartas a la redacción. Verdadera letrina de la imbecilidad.
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