Un lector que escribe a The Economist sobre un artículo de Lexinton se refiere a la esposa del presidente americano y comenta que Michele Obama ciertamente podría emplear su inteligencia, energía e historia familiar para ser la vocera de los valores americanos e inspirar a sus conciudadanos para trabajar juntos en sociedad. Lexinton menciona también, -dice quien escribe-, que la Casa Blanca se ha metido en un debate con los medios sobre si la señora Obama debería o no mostrar sus "bien tonificados" muslos en público.
Siendo un constitucionalista, quizas Barak Obama podría terminar drásticamente con esta paticular controversia que afecta a su esposa, relacionándola el derecho que consagra la Segunda Enmienda, a portar armas.
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