* Una de los muchas afirmaciones que corren por los medios de comunicación latinoamericanos, pretende que con el gobierno Bush se dieron las peores relaciones de la historia de este subcontinente con su país. Nada más falso. Porque lo cierto es que con la excepción de muy breves períodos, el gobierno Kennedy y parte del de Clinton, esas relaciones han sido siempre, extraordinariamente conflictivas.
Estados Unidos, por ejemplo, se ha opuesto, y se siguirá probablemente oponiendo a la gran mayoría de las iniciativas multilaterales en las que no tenga ingerencia. Desde los años anteriores a la II Guerra Mundial, la política del "Big Stick" (gran garrote) caracterizó la actitud norteamericana, aún en el período de un Presidente tan celebrado por su presunto progresismo como F.D. Roosevelt. Porque, aún descontando el antiamericanismo variable de los países latinoamericanos, lo cierto es que la actitud de Washington es y ha sido siempre la de proteger ante todo, y por sobre todo, sus intereses.
Y esa verdad no se puede olvidar tampoco ahora, con expectativas nada razonables y sobre todo, que parecen ignorar una historia recurrente de desentendimiento, cada vez que los norteamericanos han creído ver amenazados o afectados los que consideran sus derechos imaginarios o reales.
Hay que aterrizar, por lo tanto las expectativas, y dejar de creer en una supuesta edad de oro por venir en el trato mutuo con Estados Unidos. Sobre todo por el tremendo desequilibrio que existe entre las dos regiones del hemisferio.
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