viernes, 12 de marzo de 2010

Estocolmo la horrible

*Suecia es el arquetipo soñado de sociedad equilibrada y socialmente igualitaria.

Es un ejemplo de socialismo avanzado según algunos. Tanto, que hace unos años alguien tuvo la sorprendente idea de llevarse a pasear por cuenta del gobierno a algunos jefes de las FARC, entre ellos al finado Raul Reyes.

En esa ocasión un periodista de allá preguntó sardónicamente porqué, si se trataba mostrarles un mundo diferente al de los "cuatro cacaos", los llevaban al país de un solo cacao: los Walender, una familia que controla más del 40% del sistema financiero sueco.

Ultimamente las obras del finado Stieg Larssen han sorprendido al mundo al hablar del bajo mundo de Estocolmo, y de los policías corruptos y los jueces venales, algo completamente impensable en esa sociedad ideal. Lo positivo se ha dado para los escritores de novela negra que están ahora de moda por todo lado, y nos han mostrado que la paz y la tranquilidad de la campiña sueca es maravillosa para las ideas morbosas. Claro que ya sabíamos que incitaba poderosamente a la producción pornográfica.

En fin, siempre es bueno confirmar, una vez más, que tampoco existen ciudades y sociedades perfectas.

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