martes, 29 de septiembre de 2009

Interpretando los resultados de la consulta de los partidos.

* Los pontífices de la politología nacional de izquierda, ya emiteron su dictámen: el pobre resultado de las convocatorias de partido Liberal y del Polo, expresan el cansancio de los votantes que no encuentran alternativas válidas y atractivas en los programas políticos y no votan. Ello explica el abstencionismo.

Pero desde siempre ha habido abstencionismo en este país. Y desde siempre, la izquierda, que ha perdido siempre ha dado a entender que los ciudadanos que no votan son inconformes que expresan con su inercia, su opinión adversa al establecimiento. Como quien dice, que en este país han un impresionante voto de opinión con el silencio. Como quien dice, el "silencio negativo" del derecho administrativo, trasladado a la política.

En realidad, en los sistemas políticos donde el voto no res obligatorio, muchas gente deja de votar. Y ello ocurre por simple pereza. O por ignorancia en los países pobres.

Porque sociedades tan avanzadas como los Estados Unidos tienen muchos índices de abstencionismo. Lo que significa que el abstencionismo, muchas veces no significa nada.

Y ello permite que los inconformes con el resultado, sean quienes fueren, se apoderan de él para interpretarlo a su amaño. Como acostumbra la izquierda.

Capitalismo: egoismo.

El capitalismo se funda en le egoismo y la ambición de la gente. Por eso existe el mercado. La ambición desmesurada es un defecto personal; pero es útil para que funcione el capitalismo en su forma más salvaje. La ambición es parte de la naturaleza humana. El marxismo presupone que se puede cambiar esa naturaleza a través de la educación. Pero hasta ahora, los intentos por lograrlo no han funcionado.

Y por ello hay que controlar el capitalismo. No haciendolo más humano, sino todo lo contrario: ménos. Hay que controlar esa cosa tan humana que es la ambición para que la sociedad sea más igualitaria y por tanto más pacífica.

Pero el capitalismo hasta ahora es necesario. Porque no existe ningún sistema mejor para lograr el desarrollo económico. Con todas las brutalidades que ello comporta.

El fracaso de los economistas

* La reina de Inglaterra es una anciana chistosa. Con ocasión de su visita a la London School of Economics, que cuenta entre sus ex-alumnos a 14 premios Nobel y 35 jefes de Estado, Elisabeth II preguntó, candorosamente porqué nadie había visto venir la crisis financiera. Fué en noviembre, un mes después de la caída de Lehman Brothers de la que se está "celebrando" el primer aniversario.

Desde principios del siglo XX ha habido 72 recesiones. Solo cuatro fueron previstas. -Quien dijo que loe economistas eran excelentes para describir, mediocres para explicar y nulos para prever ? El hombre puede anunciar , diez minutos antes de que ocurran, los terremotos o los huracanes, que no dependen de él, pero no puede predecir las recesiones, que resultan sin embargo de las acciones humanas. Paradójicamente, es ese componente mortal y falible el que refutan los economistas, cuando simulan no creer ya en el Homo Economicus. Pero la economía, si ella es una ciencia,, es una ciencia moral y no natural. Una ciencia de los comportamientos. Keynes abrío la vía hacia la economía política. Pero los economistas, después de él, prefirieron aproximarla a las matemáticas. La crisis acaba de demostrar que estaban equivocados.

" Un economista que solo se ocupa de la economía, es un mal economista", decía en substancia Friedrich Hayek, el filósofo y economista austríaco promotor del liberalismo económico. De hecho, interesarse en todos los campos del conocimiento es vital para comprender las interacciones que tocan con esta disciplina. Los meteorólogos de la economía manejan la continuidad, no las rupturas. Pero todo está allí. Cómo han podido creer que la caída de Lehman Brothers no iba a afectar sino a esa empresa o solo al sector financiero ? Cómo cuantificar la confianza cuya desaparición, efecto dominó mediante, ha barrido a los bancos ? Para el futurólo Alvin Toffler, que había anunciado la sociedad de la información, la ciencia económica es obsoleta porque no tiene en cuenta el tiempo, la velocidad y el espacio. Los economistas en gérmen deberían estudiar menos las matemáticas y más la historia, la filosofía, la política o la sociología si quieren prever un día, es decir, arbitrar entre millones de posibles.

La ley es para todos

Bien connu des internautes pour ses explications juridiques, le blogueur Maitre Eolas, avocat au barreau de Paris, revient dans sa dernière note sur l'affaire Polanski.





En tant qu'avocat, quelle est votre position sur l'affaire Polanski ?

Personne ne conteste le génie de Roman Polanski mais la loi est la même pour les artistes et les citoyens, il ne peut pas y avoir deux poids deux mesures. Il faut surtout penser à l'aspect social de la justice : pourquoi mes clients accepteraient d'assumer la responsabilité de leurs actes si une certaine catégorie de population ne subit pas le même traitement ?

Ses soutiens ont-ils tort d'invoquer la prescription ?

Absolument car cet argument est juridiquement faux. La prescription suppose une inaction. Tout nouvel acte fait repartir le délai à zéro. Or la justice californienne n'a jamais lâché l'affaire. Preuve en est, le mandat d'arrêt international émis en 2005. Et Polanski savait que l'affaire était encore en cours puisqu'il paie des avocats pour faire des recours et qu'il avoue lui même faire attention aux pays où il met les pieds. C'est d'ailleurs pour cette raison qu'il n'est même pas allé chercher son Oscar pour Le Pianiste en 2003 à Los Angeles. Bref, Roman Polanski a reconnu les faits et cherche à échapper à la justice depuis trente ans.

Que reprochez-vous aux artistes qui le soutiennent ?

On attaque un des leurs, les artistes le défendent : c'est du corporatisme. À l'inverse, lors des débats sur Hadopi, certains artistes réclamaient une sévérité impitoyable contre les téléchargeurs, quitte à bafouer un droit fondamental. Cela creuse le divorce entre les artistes et l'opinion publique. Je suis également en colère car ceux qui s'insurgent contre cette arrestation invoquent de mauvais arguments, ils ont tort juridiquement et moralement. Par exemple, lorsque le réalisateur Costa-Gavras affirme que la victime "avait 13 ans mais en paraissait 25", il enfonce Polanski plutôt qu'il ne le défend.

Vous taclez également le ministre de la culture Frédéric Mitterrand ?

C'est sa réaction qui m'a poussé à monter au créneau. Lorsqu'il parle d'une "certaine Amérique qui fait peur (...) qui vient de nous présenter son visage", c'est un énorme cliché. Sur cinq chefs d'accusation, la justice américaine n'en a gardé qu'un seul après un arrangement et une indemnisation de la victime. Ce n'est pas de l'acharnement, au contraire la justice américaine est attachée à l'égalité et ne regarde pas la qualité de l'accusé. J'ai l'impression que cela gêne Frédéric Mitterrand que les artistes ne soient pas au-dessus des lois tant ils sont bénéfiques à la société.

La pétition de la SACD, signée par de nombreux artistes, parle d'un "traquenard policier" et critique le fait qu'il ait été arrêté par surprise alors qu'il s'apprêtait à recevoir un prix.

C'est un peu le principe d'une arrestation que d'être effectuée par surprise, sinon, elle échoue... D'autres estiment qu'il ne pouvait pas s'en douter puisqu'il se rendait régulièrement en Suisse, dans sa maison à Gstaad. Cela n'a rien à voir car cette fois il venait recevoir un prix dans un festival, sa venue était annoncée dans tous les journaux. Et apparemment, la police lit le journal.

Obama y sus opositores. Racismo ? Razón ?

* El inefable ex-presidente Jimmy Carter ha dicho que los opositores de Obama no le perdonan su condición de negro. Él mismo, seguramente molesto por las palabras del peor presidente que han tenido los EE UU, -en opnión de muchos de sus compatriotas-, ha negado que esa sea la razón de la baja de popularidad que lo afecta desde hace algún tiempo.

Y en realidad el problema es el proyecto de reforma a la salud al cual se oponen, no solo los conservadores como dice simplistamente la prensa, sino vastos sectores que ven amenazados sus derechos con la iniciativa obamiana: están convencidos de que parte de los costos del programa proyectado significará una reducción de las ventajas de que ahora disfrutan. Y para ellos el discurso de la equidad no significa nada. En un país tan marcadamente individualista, hablar de 45 millones de personas, de "las otras personas" que no tienen seguridad social es irrelevante.

Entonces, es esa amenaza, real o imaginaria, la que provoca la caída de Obama en las encuestas, y no la tonta suposición del expresidente Carter.

Cinismo y doble moral

* Aunque ya estamos acostumbrados, a veces no podemos evitar sorprendernos cuando vemos una vez más confirmada la insolente hipocresía de los europeos, como en el caso de Roman Polanski. Como de costumbre, es mejor no hablar de la prensa española; ese baboso colectivo de estupidez, ignorancia y superficialidad. Es más interesante y no menos repugnante el ejemplo de Francia: no digamos la protesta y solidaridad del estamento del espectáculo de ese país. Al fin de cuentas defienden lo suyo. Hoy por tí, mañana por mí. Pero la intervención de Ministros del Gobierno Sarkozy atacando a la justicia americana por ordenar la detención del director polaco por la violación de una niña de 13 años hace tres décadas dice mucho, esta vez sí de lo que es eso de que se acusa profusamente a los americanos: de lo que es verdaderamente la "doble moral".

Las palabras del Ministro Mitterand son increibles, por lo cínicas: "denuncia" él a una " cierta América que da miedo... (y que)... acaba de mostrarnos su rostro ". Cual ? la que no perdona a los delincuentes en medio de razones políticas o de prestigio como ha estado habituada Francia a lo largo de su historia ?

Y esos son los que nos dan lecciones de moral, de justicia y de democracia !!!


lunes, 28 de septiembre de 2009

Nuevo suicidio en France Telecom

Un dipendente si è tolto la vita «per il clima in azienda». È il 23/mo caso dal febbraio 2008

Ancora un suicidio tra i dipendenti di France Telecom: stavolta a togliersi la vita è stato un lavoratore dell'Alta Savoia che si è gettato sull'autostrada da un cavalcavia. L'uomo ha lasciato una lettera di addio in cui denuncia «il clima all'interno dell'azienda».

Il suicida, 51 anni, lavorava in un call center ad Annecy, nel sud della Francia, è si è «gettato da un ponte» sull'autostrada A41, nel sud del Paese, secondo quanto riferisce la prefettura dell'Alta Savoia. Sposato e padre di due figli, l'uomo ha lasciato in macchina «una lettera per la moglie - precisa la prefettura - nella quale spiega che il clima in azienda lo ha spinto all'atto». Un portavoce di France Telecom ha confermato che l'uomo era un «collaboratore» dell'azienda. Il presidente, Didier Lombard, si sta «recando immediatamente sul posto», secondo quanto riferisce una nota del gruppo.

Merkel y coalición

Le 9 novembre, jour anniversaire de la chute du Mur, j'aimerais pouvoir saluer les chefs d'Etat et de gouvernement européens, ainsi que tous les autres invités (à l'événement) avec un nouveau gouvernement", a déclaré à Berlin, lundi 28 septembre, la chancelière Angela Merkel, victorieuse des élections dimanche. Son parti, la CDU, s'est engagé à conclure d'ici un mois un accord de coalition avec les libéraux du FDP, y compris sur la délicate question des baisses d'impôt.

La CDU-CSU et le FDP peuvent compter ensemble sur 332 députés au Bundestag, soit une majorité absolue claire et nette. "Les négociations sur une coalition doivent s'ouvrir dès que possible", a souligné Ronald Pofalla, secrétaire général de la CDU (chrétiens-démocrates) d'Angela Merkel. De source proche de la CDU et du FDP, on indiquait que les négociations débuteraient officiellement la semaine prochaine. Elles s'annoncent néanmoins ardues, car la CDU-CSU, qui a enregistré dimanche avec 33,8 %, son plus mauvais résultat depuis 1949, sera confrontée à un FDP dopé par son score le plus élevé depuis la même date : 14,6 %.

PARTAGE DES PORFEFEUILLES DE MINISTRES

Le FDP et son bouillonnant chef de file Guido Westerwelle, qui viennent de passer onze ans dans l'opposition, ont à cœur d'imposer leurs points de vue sur un recul de l'Etat. Ils espèrent faire passer un assouplissement des conditions de licenciement, une baisse marquée des impôts ou encore la suppression d'un tout nouveau fonds de santé fédéral, créé au début de l'année.

Mais Angela Merkel a exclu lundi soir tout virage radical à droite du gouvernement. "Vous me connaissez. Cela fait quelque temps que je suis ce que je suis. Je fais un peu pour tout le monde mais je ne change pas avec les couleurs de la coalition", a-t-elle dit aux journalistes après avoir rencontré pendant une heure Guido Westerwelle. Depuis quatre ans qu'elle a gouverné en grande coalition avec le SPD, Angela Merkel a "gauchisé" la CDU. Mais Pofalla a souligné que la CDU était déterminée à tenir sa promesse de campagne de réduire les impôts de 15 milliards d'euros durant la prochaine législature.

Les deux partis devront aussi se mettre d'accord sur la répartition des portefeuilles ministériels. Le FDP, qui peut prétendre à trois ou quatre portefeuilles, obtient traditionnellement, quand il accède au pouvoir, ceux des affaires étrangères, de l'économie et de la justice. A ce sujet, la chancelière a indiqué lundi soir que le portefeuille des affaires étrangères irait probablement au FDP, mais elle ne s'est pas engagée sur les autres.

Los Obama se bañan juntos pues ambos están quemados !!

Most world leaders try to avoid repeating gaffes. Not Silvio Berlusconi. The Italian Prime Minister has called President Obama “tanned” again — but this time he did not miss the opportunity to joke about the First Lady’s skin colour as well.

After his return from the G20 summit in Pittsburgh, Mr Berlusconi told a rally of conservative supporters that he was bringing greetings from someone in the United States.

“What’s his name? Some tanned guy. Ah, Barack Obama,” he said. He then added: “You won’t believe it, but the two of them sunbathe together, because the wife is also tanned.”

This is not the first time Mr Berlusconi has made reference to the US president’s race. Soon after Mr Obama won the election in November 2008, and became America’s first black president, Mr Berlusconi raised eyebrows by saying the victor was “young, handsome, and even has a good tan”.

Mr Berlusconi’s latest comments followed a seemingly tense greeting from the Obamas, who hosted the Pittsburgh G20 summit last week.

As he approached the President and his wife, the Italian media tycoon threw his arms in the air, in what could have either been a gesture of admiration, or an invitation for an embrace from Michelle.

Instead, Mrs Obama offered him only a formal handshake — while her husband looked on, severely. She did not appear to want to go too close to Mr Berlusconi, who has been plagued by revelations about his private life over the past six months, including an allegation that he spent the night of the US presidential election in bed with a prostitute.

Mrs Obama’s formal greeting was in marked contrast to the apparent warm welcome received by other world leaders. She exchanged hugs and kisses with the Sarkozys, the Medvedevs, Angela Merkel and the Browns.

None of this, however, deterred Mr Berlusconi from putting on a triumphant show at a political rally of the party faithful in Milan on Sunday evening. In addition to repeating the remarks about the Obamas’ “suntan”, he could not resist propositioning a woman who was applauding enthusiastically in the crowd. “Signora, wait for me outside,” he joked.

The gag was met with laughter by supporters, who sang the slogan “Thank God there’s Silvio”, and gave the Prime Minister a standing ovation. He boasted that his party had “returned a new element to Italian politics: the morality of keeping commitments” and declared the party would “lead forever”.

The billionaire, who turns 73 today, then quipped: “On Tuesday I will celebrate my 27th, no 37th, birthday. You know I’m not good at maths,” to more laughter.

At the last G20 summit in London earlier this year, many Italians cringed when their Prime Minister put his arm round the American President and copied his thumbs-up gesture for the official photograph of the leaders.

In the past, Mr Berlusconi has also come under fire from critics, including his wife, for promoting glamorous young women with scant political experience into political jobs.

El arresto de Polanski

Les avocats de Roman Polanski auraient précipité son arrestation, samedi en Suisse, en affirmant en juillet devant la Cour supérieure de Los Angeles (Californie, ouest) que l'accusation, en 30 ans, n'avait jamais cherché à faire arrêter le cinéaste, selon le Los Angeles Times.
En juillet dernier, les avocats américains du cinéaste, oscarisé en 2003 pour "Le Pianiste", avaient réclamé devant la justice l'abandon des poursuites, estimant que l'absence d'effort sérieux pour faire arrêter Roman Polanski était une preuve de la faiblesse de l'accusation.

Le cinéaste s'était enfui des Etats-Unis en 1978, après avoir été condamné pour "relations sexuelles illégales" avec une mineure de 13 ans en 1977. Il n'avait jamais remis les pieds aux Etats-Unis depuis.

"Depuis 30 ans que M. Polanski a quitté la juridiction, le bureau du procureur n'a pas essayé une seule fois de le faire extrader", déclaraient les avocats dans les documents présentés à la justice.

Les remarques des avocats auraient poussé le bureau du procureur à chercher une occasion rapide d'arrêter le cinéaste, occasion toute trouvée en Suisse, qui a un traité d'extradition avec les Etats-Unis, selon une source proche du dossier citée par le Los Angeles Times.

Lundi, le bureau du procureur de Los Angeles a réfuté tout passivité, affirmant au contraire que ses services avaient demandé à plusieurs reprises l'arrestation du réalisateur de "Chinatown", la première fois au Royaume-Uni en 1978 et les dernières fois à la Thaïlande et à Israël en 2005 et 2007.

Roman Polanski, 76 ans, a été arrêté samedi à sa descente d'avion à Zurich, où il devait recevoir un prix pour l'ensemble de son oeuvre au Festival du film de la ville.

Le procureur de Los Angeles a précisé qu'il demanderait son extradition, dans un délai de 40 jours. Les avocats du cinéaste ont fait savoir qu'ils allaient demander sa libération en Suisse.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Irving Kristol III

After marrying, Mr. Kristol followed his wife to Chicago, where she was doing graduate work and where he had what he called “my first real experience of America.” Drafted into the Army with a number of Midwesterners who were street-tough and often anti-Semitic, he found himself shedding his youthful radical optimism. “I can’t build socialism with these people,” he concluded. “They’ll probably take it over and make a racket out of it.”

In his opinion, his fellow GI’s were inclined to loot, rape and murder, and only Army discipline held them in check. It was a perception about human nature that would stay with him for the rest of his life, creating a tension with his alternative view that ordinary people were to be trusted more than intellectuals to do the right thing.

After the war he and Ms. Himmelfarb spent a year in Cambridge, England, while she pursued her studies. When they returned to the United States in 1947, he took an editing job with Commentary, then a liberal anti-Communist magazine. In 1952, at the height of the McCarthy era, he wrote what he called the most controversial article of his career: “ ‘Civil Liberties,’ 1952 — A Study in Confusion.” It criticized many of those defending civil liberties against the government inquisitors, saying they failed to understand the conspiratorial danger of Communism. Though he called Senator McCarthy a “vulgar demagogue,” the article was remembered for a few lines: “For there is one thing that the American people know about Senator McCarthy: he, like them, is unequivocably anti-Communist. About the spokesmen for American liberalism, they feel they know no such thing. And with some justification.”

After leaving Commentary, Mr. Kristol spent 10 months as executive director of the anti-Communist organization the American Committee for Cultural Freedom, and in 1953 he removed to England to help found Encounter magazine with the poet Stephen Spender. They made an unlikely pair: Mr. Spender, tall, artsy, sophisticated; Mr. Kristol, short, brash, still rough around the edges. Together, they made Encounter one of the foremost highbrow magazines of its time.

But another explosive controversy awaited Mr. Kristol. It was later revealed that the magazine had been receiving financial support from the C.I.A. Mr. Kristol always denied any knowledge of the connection. But he hardly appeased his critics when he added that he did not disapprove of the C.I.A.’s secret subsidies.

Back in New York at the end of 1958, Mr. Kristol worked for a year at another liberal anti-Communist magazine, The Reporter, then took a job at Basic Books, rising to executive vice president. In 1969 he left for New York University, and while teaching there he became a columnist for The Wall Street Journal.

It was during this time that Mr. Kristol became uncomfortable with liberalism, his own and others’. He supported Vice President Hubert H. Humphrey in his 1968 presidential campaign against Richard M. Nixon, saying that “the prospect of electing Mr. Nixon depresses me.” But by 1970 he was dining at the Nixon White House, and in 1972 he came out in favor of Nixon’s re-election. By the mid-’70s he had registered as a Republican.

Always the neoconservative, however — aware of his liberal, even radical, roots and his distance from traditional Republicanism — he was delighted when another Democratic convert, President Ronald Reagan, expressed admiration for Franklin D. Roosevelt. In 1987 he left New York University to become the John M. Olin Distinguished Fellow at the American Enterprise Institute.

By now Mr. Kristol was battling on several fronts. He published columns and essays attacking liberalism and the counterculture from his perches at The Wall Street Journal and The Public Interest, and in 1978 he and William E. Simon, President Nixon’s secretary of the treasury, formed the Institute for Educational Affairs to funnel corporate and foundation money to conservative causes. In 1985 he started The National Interest, a journal devoted to foreign affairs.

But Mr. Kristol wasn’t railing just against the left. He criticized America’s commercial class for upholding greed and selfishness as positive values. He saw “moral anarchy” within the business community, and he urged it to take responsibility for itself and the larger society. He encouraged businessmen to give money to political candidates and help get conservative ideas across to the public. Republicans, he said, had for half a century been “the stupid party,” with not much more on their minds than balanced budgets and opposition to the welfare state. He instructed them to support economic growth by cutting taxes and not to oppose New Deal institutions.

Above all, Mr. Kristol preached a faith in ordinary people. . “It is the self-imposed assignment of neoconservatives,” he wrote, “to explain to the American people why they are right, and to the intellectuals why they are wrong.”

Mr. Kristol saw religion and a belief in the afterlife as the foundation for the middle-class values he championed. He argued that religion provided a necessary constraint to antisocial, anarchical impulses. Without it, he said, “the world falls apart.” Yet Mr. Kristol’s own religious views were so ambiguous that some friends questioned whether he believed in God. In 1996, he told an interviewer: “I’ve always been a believer.” But, he added, “don’t ask me in what.”

“That gets too complicated,” he said. “The word ‘God’ confuses everything.”

In 2002, Mr. Kristol received the Presidential Medal of Freedom, often considered the nation’s highest civilian honor. It was another satisfying moment for a man who appears to have delighted in his life or, as Andrew Sullivan put it, “to have emerged from the womb content.”

He once said that his career had been “one instance of good luck after another.” Some called him a cheerful conservative. He did not dispute it. He had had much, he said, “to be cheerful about.”

Irving Kristol II

But neoconservatism turned quite literally into a family affair for Mr. Kristol. His wife, Gertrude Himmelfarb, a distinguished historian of 19th-century England, wrote books and articles critical of modern permissiveness and urged a return to Victorian values. His son, William, who had been Vice President Dan Quayle’s chief of staff, became a leading spokesman for neoconservatism in his own right as a television commentator, the editor of The Weekly Standard and briefly a columnist for The New York Times. Friends referred to them as America’s first family of neoconservatism.

Mr. Kristol’s weapon of choice was the biting polemical essay of ideas, a form he mastered as part of the famed circle of writers and critics known as the New York Intellectuals, among them the ferocious literary brawlers Mary McCarthy and Dwight Macdonald. Mr. Kristol once described feeling intimidated at a cocktail party when he was seated with Ms. McCarthy on one side, Hannah Arendt on the other and Diana Trilling across from him.

He learned the hard way that he was not destined to be an author of books. In the late 1950s he spent three months researching a study of the evolution of American democracy, only to abandon the project, he said, once he realized “it was all an exercise in futility.” An attempted novel was consigned to his incinerator. “I was not a book writer,” he said.

The four volumes published under his name — “On the Democratic Idea in America” (1972), “Two Cheers for Capitalism” (1978), “Reflections of a Neoconservative” (1983) and “Neoconservatism: The Autobiography of an Idea” (1995) — are collections of previously published articles.

As an essayist, Mr. Kristol was sharp, witty, aphoristic and assertive. “Equivocation has never been Irving Kristol’s long suit,” his friend Robert H. Bork said of him. Before achieving his reputation as a writer on political and social affairs, he was a wide-ranging generalist. In the 1940s and ’50s, his subjects included Einstein, psychoanalysis, Jewish humor and the Marquis de Sade.

His erudition could burst out at unexpected moments. An attack on environmental extremists uses a quotation from Auden; a passage about American men’s obsession with golf cites T.S. Eliot. But he could be a verbal streetfighter as well. John Kenneth Galbraith, he wrote, “thinks he is an economist and, if one takes him at his word, it is easy to demonstrate that he is a bad one.” After it was revealed that Magic Johnson had tested HIV positive, Mr. Kristol wrote: “He is a foolish, reckless man who does not merit any kind of character reference.”

Mr. Kristol seemed to need enemies: the counterculture, the academic and media professionals who made up what he called the New Class, and finally liberalism in its entirety. And he certainly made enemies with his harsh words.

Yet underlying the invective was an innate skepticism, even a quality of moderation and self-mockery, which was often belied by his single-mindedness. This stalwart defender of free enterprise could manage only two cheers for capitalism. “Extremism in defense of liberty,” he declared, taking issue with Barry Goldwater, “is always a vice because extremism is but another name for fanaticism.” And the two major intellectual influences on him, he said, were Lionel Trilling, “a skeptical liberal,” and Leo Strauss, “a skeptical conservative.”

“Ever since I can remember,” he said in summing himself up, “I’ve been a neo-something: a neo-Marxist, a neo-Trotskyist, a neo-liberal, a neo-conservative and, in religion, always a neo-orthodox, even while I was a neo-Trotskyist and a neo-Marxist. I’m going to end up a neo. Just neo, that’s all. Neo-dash-nothing.”

Irving William Kristol was born on Jan. 20, 1920, in Brooklyn into a family of low-income, nonobservant Jews. His father, Joseph, a middleman in the men’s clothing business, went bankrupt several times; his mother, Bessie, died of cancer when he was 16. “We were poor, but then everyone was poor, more or less,” Mr. Kristol recalled.

In the late 1930s he attended City College, the highly politicized, overwhelmingly Jewish New York institution where his indignation at the injustices of the Great Depression pushed him to the left, but not the far left. In the large, dingy school cafeteria were a number of alcoves where students could gather with like-minded colleagues. There was an athlete’s alcove, a Catholic alcove, a black alcove, an ROTC alcove. But the alcoves that later became famous were Numbers One and Two.

Alcove One held leftists of various stripes; Alcove Two housed the Stalinists, including a young Julius Rosenberg. The Stalinists outnumbered the anti-Stalinists by as much as 10-1, but among the anti-Stalinists were Mr. Bell as well as the future sociologist Seymour Martin Lipset and the future literary critic Irving Howe.

Mr. Howe recruited Mr. Kristol into the Trotskyists, and though Mr. Kristol’s career as a follower of the apostate Communist Leon Trotsky was brief, it lasted beyond his graduation from City College, long enough for him to meet Ms. Himmelfarb at a Trotskyist gathering in Bensonhurst, Brooklyn. He fell in love, and the two were married in 1942, when she was 19 and he was just short of his 22nd birthday. Besides William, they also had a daughter, Elizabeth. They, along with their mother and five grandchildren, survive him.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Responsabilidad del Estado I

El Contralor General, Julio César Turbay Quintero, advirtió que en el momento hay 173.000 demandas contra el Estado, que es tres y media veces el presupuesto general de la Nación para el 2010.

"Eso representa un 150 por ciento de lo que produce la economía en el momento", explicó el funcionario durante un foro sobre demandas en contra del Estado este martes.

Dentro de esas pretensiones, hay una demanda por 595 billones de pesos contra el Ministerio de Agricultura y que se originó en 1967 por una expropiación de tierras.

Aunque el tribunal de Antioquia falló a favor del Estado, el Contralor General explicó que ese monto no se puede descargar de la contabilidad de la Nación porque caben fallos en segunda y tercera instancia.

Turbay Quintero dijo que en el sector Defensa hay pretensiones por 33 billones de pesos; en infraestructura y telecomunicaciones, por 21 billones; y hasta en TransMilenio, por 1,4 billones.

Homosexualidad mortal

Ser homosexual está castigado con la muerte -al menos en teoría- en Mauritania, Arabia Saudita, Sudán, Irán y Yemen. Y también en el norte islamista de Nigeria y Somalia. Esta es la conclusión más tenebrosa del último mapa sobre los derechos de lesbianas y gays en el mundo que ha hecho la federación internacional ILGA. En el trabajo, elaborado a partir de las legislaciones, no se observan variaciones con respecto al año pasado. Además, otros 72 países criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. A esta cifra habría que añadir las regiones, entidades o estados autónomos que lo hacen. El último, denunciado esta semana por Amnistía Internacional, el de Aceh en Indonesia, donde tener relaciones homosexuales puede suponer recibir 100 latigazos.

Pero en el mapa empieza a haber una presencia cada vez mayor del verde o el azul, países que reconocen la máxima igualdad legal (entendida como lo que se llama matrimonio gay -aunque la Real Academia Española no reconozca aún esta acepción de la palabra- o leyes de pareja que sin llamarse así confieren los mismos derechos). España, Bélgica, Holanda, Canadá, Suráfrica, Noruega y Suecia forman el grupo de los países más avanzados. A ellos hay que unir hasta otros 16 que confieren la máxima protección a los ciudadanos homosexuales (como Colombia y Uruguay, con sendas leyes de parejas de hecho), y otros 29 países que tienen legislaciones antidiscriminación específicas.

La lista de estos 55 (los que permiten las uniones o tienen leyes antidiscriminación) coincide casi exactamente con los 66 que votaron el pasado diciembre en la ONU a favor de una iniciativa para que no se criminalizara a gays y lesbianas. Aquella propuesta, considerada un éxito por el movimiento homosexual (a pesar de que no fue apoyada más que por un tercio de los países de la Asamblea), ha recibido sin embargo un jarro de agua fría reciente, con el nombramiento del nuevo presidente de la Asamblea, el libio Ali Abdussalam Treki. "Es un asunto muy sensible. Como musulmán, no estoy a favor. Es algo que la mayoría de los países no aceptan. Creo que no es aceptable debido a mi religión, a mi tradición", manifestó. "No es aceptable en la mayoría del mundo. Y algunos países lo permiten, creyendo que es una especie de cosa democrática.Yo creo que no lo es", añadió.

Claro que tampoco hay que irse tan lejos. Esta semana las autoridades de Serbia decidieron suspender la celebración del Orgullo Gay porque eran incapaces de garantizar la seguridad de los manifestantes (que se negaron a hacer a cambio una fiesta en un lugar privado).

Igualmente, el Parlamento Europeo tuvo que discutir sobre homofobia. En concreto, votó una propuesta en la que se pedía a Lituania que retirara una ley en la que, con la excusa de proteger a los menores, se castigaba con cárcel a quienes hablaran en clase de la homosexualidad como una orientación más.

Malos presagios para el socialismo alemán

No pintan nada bien las cosas para la socialdemocracia alemana y la izquierda en general el próximo domingo. La debilidad del voto que reflejan todas las encuestas sin excepción sitúa al SPD en su momento más bajo, por debajo del 28,8% que obtuvo en las segundas elecciones de la historia de la actual república, en 1952. Es cierto que también la CDU-CSU ha visto recortada sus expectativas, largamente por debajo del 40%. Hijo de la Gran Coalición es este gran desgaste, que ha llevado a la expectativa de un incremento de la abstención y el mantenimiento o crecimiento del voto de los tres pequeños. Los dos grandes partidos recogían casi el 80% de los votos y ahora se prevé que apenas alcancen el 60%.

Alemania es el penúltimo gran bastión socialista europeo. Detrás sólo queda la España de Zapatero. El significado de una derrota el domingo, que condujera el abandono del Gobierno, trasciende por tanto las fronteras alemanas. Encuestas y pronósticos en mano es exactamente esto lo que todo el mundo espera, aunque algunos todavía se agarran a la eventualidad de una segunda edición de la Gran Coalición, que sería hija de las debilidades de los dos grandes partidos y no fruto de una propuesta para encarar el futuro. Sólo el número muy elevado de indecisos, alrededor del 40%, es lo que sostiene las esperanzas de algunos socialdemócratas, que sueñan todavía en que Steinmeier supere a Merkel en votos.

Si el SPD se dirige de forma tan decidida a una derrota es, en primer lugar, porque ha perdido a sus bases electorales clásicas, que habían sido su razón de ser durante más de un siglo de historia. Consiguió retener todavía a la clase obrera aburguesada del capitalismo tardío, pero no ha podido mantener su magnetismo y su cohesión en el momento de la globalización, cuando aquella clase tan característica ha desaparecido, sustituida ya no por máquinas, sino por mano de obra situada en China y otros países emergentes. Buena parte de sus votos se están fugando por la izquierda o pasan a engrosar la abstención.

La segunda razón de sus malas perspectivas radica en la difuminación de su perfil ideológico. Algunas ideas muy propias de la socialdemocracia, principalmente sobre el papel del Estado como protector de los más débiles y como guardián del equilibrio social, han impregnado a todos los partidos y han adquirido un carácter tan transversal como para neutralizar el mensaje de la izquierda. Todo lo que ésta podía exhibir como su habilidad exclusiva es ahora patrimonio de todos, incluidos los liberales que reivindican el centro y hablan de economía social de mercado.

La difusión transversal de ideas y valores socialdemócratas coincide además con la fragmentación interna de la izquierda. Los votantes y los cuadros de La Izquierda (Die Linke) de los länder que pertenecieron a la desaparecida República Democrática corresponden por ideología e incluso por muchas de sus propuestas políticas al campo político socialdemócrata, pero se hallan distanciados por sus orígenes históricos y su distinta y distante cultura política. Además, debe contarse con el precio que ha tenido que pagar el SPD por el ejercicio del poder durante 11 años y su compromiso con los recortes del esplendoroso Estado de bienestar alemán. Sus votantes y militantes del antiguo Oeste se han pasado con armas y bagajes a las filas de Oskar Lafontaine, que se fue airado del Gobierno y del partido.

Las señales de un declive sin remedio son muy intensas, pero al menos hay algunos datos demoscópicos que permiten alentar la tesis contraria. La generación más joven, entre 18 y 24 años, ha pegado un auténtico bandazo hacia la izquierda. Los jóvenes de 25 a 29 votarán al conjunto de la derecha en un 57% de casos, mientras que sólo lo hará un 29% en la franja de menos edad. El SPD se mantiene muy alto entre los más jóvenes, con un 38%, e incluso La Izquierda, ausente en la clase de edad superior, recupera entre los cadetes el 14%. En Estados Unidos se detectó un fenómeno similar en 2004 entre el primer y el segundo mandato de Bush, en lo que eran los primeros presagios de la victoria de Obama en 2008.

Las señales de un intenso y largo invierno socialdemócrata son inconfundibles.Lo normal es que el lunes la izquierda se halle en una crisis espectacular, en Alemania y en Europa. Pero habrá que analizar con lupa el detalle del voto, por regiones geográficas y por franjas de edad, para concluir si es un batacazo quién sabe si mortal de necesidad o sólo un enorme traspié.

Irving Kristol

Irving Kristol, the political commentator who, as much as anyone, defined modern conservatism and helped revitalize the Republican Party in the late 1960s and early ’70s, setting the stage for the Reagan presidency and years of conservative dominance, died Friday in Arlington, Va. He was 89 and lived in Washington.

His son, William Kristol, the commentator and editor of the conservative magazine The Weekly Standard, said the cause of death was complications of lung cancer.

Mr. Kristol exerted an influence across generations, from William F. Buckley to the columnist David Brooks, through a variety of positions he held over a long career: executive vice president of Basic Books, contributor to The Wall Street Journal, professor of social thought at New York University, senior fellow at the American Enterprise Institute.

He was commonly known as the godfather of neoconservatism, even by those who were not entirely sure what the term meant. In probably his most widely quoted comment — his equivalent of Andy Warhol’s 15 minutes of fame — Mr. Kristol defined a neoconservative as a liberal who had been “mugged by reality.”

It was a description that summarized his experience in the 1960s, along with that of friends and associates like Daniel Bell, Nathan Glazer and Daniel Patrick Moynihan. New Deal Democrats all, they were social scientists who found themselves questioning many of President Lyndon B. Johnson’s Great Society ideas.

Mr. Kristol translated his concerns into a magazine. In 1965, with a $10,000 contribution from a wealthy acquaintance, he and Daniel Bell started The Public Interest. Its founding is generally considered the beginning of neoconservatism. “Something like a ‘movement’ took shape,” Mr. Kristol wrote, “with The Public Interest at (or near) the center.”

The Public Interest writers did not take issue with the ends of the Great Society so much as with the means, the “unintended consequences” of the Democrats’ good intentions. Welfare programs, they argued, were breeding a culture of dependency; affirmative action created social divisions and did damage to its supposed beneficiaries. They placed practicality ahead of ideals. “The legitimate question to ask about any program,” Mr. Kristol said, “is, ‘Will it work?’,” and the reforms of the 1960s and ’70s, he believed, were not working.

For more than six decades, beginning in 1942, when he and other recent graduates of City College founded Enquiry: A Journal of Independent Radical Thought, his life revolved around magazines. Besides The Public Interest, Mr. Kristol published, edited and wrote for journals of opinion like Commentary, Encounter, The New Leader, The Reporter and The National Interest.

All were “little magazines,” with limited circulations, but Mr. Kristol valued the quality of his readership more than the quantity. “With a circulation of a few hundred,” he once said, “you could change the world.”

Small circles and behind-the-scenes maneuverings suited him. He never sought celebrity; in fact, he was puzzled by writers who craved it. Described by the economics writer Jude Wanniski as the “hidden hand” of the conservative movement, he avoided television and other media spotlights; he was happier consulting with a congressman like Jack Kemp about the new notion of supply-side economics and then watching with satisfaction as Mr. Kemp converted President Ronald Reagan to the theory. Mr. Kristol was a man of ideas who believed in the power of ideas, an intellectual whose fiercest battles were waged against other intellectuals.

A major theme of The Public Interest under Mr. Kristol’s leadership was the limits of social policy; he and his colleagues were skeptical about the extent to which government programs could actually produce positive change.

Neoconservatism may have begun as a dispute among liberals about the nature of the welfare state, but under Mr. Kristol it became a more encompassing perspective, what he variously called a “persuasion,” an “impulse,” a “new synthesis.” Against what he saw as the “nihilistic” onslaught of the ’60s counterculture, Mr. Kristol, in the name of neoconservatism, mounted an ever more muscular defense of capitalism, bourgeois values and the aspirations of the common man that took him increasingly to the right.

For him, neoconservatism, with its emphasis on values and ideas, had become no longer a corrective to liberal overreaching but an “integral part” of conservatism and the Republican Party, a challenge to liberalism itself, which, in his revised view, was a destructive philosophy that had lost touch with ordinary people.

Neoconservatism maintained a lingering sympathy for certain aspects of Roosevelt’s New Deal, but its focus had shifted to the culture wars and to upholding traditional standards. Liberalism led to “moral anarchy,” Mr. Kristol said, arguing the point with one of his wisecracking encapsulizations: “In the United States today, the law insists that an 18-year-old girl has the right to public fornication in a pornographic movie — but only if she is paid the minimum wage.”

Mr. Kristol’s rightward drift, though it brought him new allies like Buckley and Robert Bartley, the head of The Wall Street Journal’s editorial board, broke up the original Public Interest family. Mr. Moynihan went on to a celebrated career as a Democratic senator from New York, and Mr. Bell gave up the coeditorship of the magazine in the early ’70s, declaring himself a socialist in economics, a liberal in politics and a conservative in culture. (He was replaced by Nathan Glazer.)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Bonos...

* Por presiones de Francia, algunos países europeos quieren ponerle un límite a los "bonos" que las grandes empresas del mundo le reconocen a sus PDG. Es cierto que esas recompensas por buen resultado son a veces astronómicas, especialmente en las empresas americanas; tanto que escandalizan a la opinión pública europea. Y el presidente Sarkozy, siempre listo a aprovechar cualquier tema que le dé votos entre los electores de su país, ha enarbolado la bandera de la limitación de los bonos con ardorosa resolución.

El problema es que los americanos, en cabeza de su presidente no están de acuerdo. Y no pueden estarlo dado el absoluto respeto que en ese país se le otorga a la libertad de negociación contractual. Y Obama, ya acusado de socialista" por su proyecto de reforma a los servicios de salud, no se va a arriesgar a otro debate con los poderosos lobbyes empresariales de su país.

Todo lo cual permite anticipar que la reunión del G-20 terminará con alguna vaga promesa de "regular" el asunto.

El Concierto de juanes

Resultó todo un éxito si se lo mira por el número de asistentes. Lo cual por supuesto se debe a la ocasión misma, pero tambieen, sin duda, a que esta clase de acontecimientos artísticos nunca se dan en Cuba, y la ocasión ameritaba estar allí.

lo que no está claro es cuanto le "costará" a Juanes el acontecimiento en términos comerciales. Ya por lo pronto le significó una erogación de US$ 300.000, (porque fué pagado, según se dice, fundamentalmente por él). Pero falta saber si la comunidad de los exiliados cubanos seguirá con represalias contra el cantante de aquí en adelante.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La "viabilidad" jurídica ?

- Que es la viabilidad ? La Corte Suprema dice no haber devuelto la terna enviada por el Presidente para que elija al Fiscal General de la Nación porque no es "viable". Es un ejemplo clamoroso por quien mejor podría darlo, de la práctica colombiana de la interpretación exegética. Como no se dice que la terna no sirve, o se rechaza, entonces la Corte no la ha devuelto a su remitente.

Y los opositores del Presidente, para quienes cualquier contratiempo que éste tenga es ienvenido, se deshacen babosamente en elogios a la ridícula decisión de la Corte, considerándola un ejemplo de dignidad.

No me lo parece. La Corte debe rechazar la terna expresamente y enfrentar las consecuencias jurídicas de un acto para el que no tiene competencia, o bien elegir al Fiscal advirtiendo que lo hace por mandato constitucional a pesar de no estar de acuerdo con la terna.

La actitud que ha decido adoptar es la menos airosa y no salva a la corporación de las acusaciones de politiquería y torpeza.

Porque si Palacios está emproblemado con la denuncia en su contra, a pesar de que la fiscalía la archivó, y la señora no da la talla, porqué no eligen a Ospina ? Al parecer porque es amigo del Presidente. Y si es así, entonces la Corte hace política.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Obama, socialista ?

* Según dicen nuestros avisados periodistas, a Obama lo acusan en su país de "socialista" por insultar a los poderosos personajes de la industria y el sector financiero.

No es así. La acusación se refiere a que el plan de reforma al cubrimiento de los servicios de salud contempla, o contemplaba porque parece que ya fué reformado, la intervención directa del Estado en el sostenimiento del servicio para los sectores actualmente desprotegidos.

Y esa clase de intervención es anatema para los conservadores norteamericanos, que, dicho sea de paso, están en los dos partidos políticos del país.

Y lo es porque un principio tradicional que forma parte de la concepción liberal americana es que el Estado no puede intervenir directamente en el eambito de acción de la empresa privada.

En EE. UU. los servicios de salud los manejan grandes empresas privadas que ven, por lo tanto, amenazados sus intereses por una intervención del patrimonio público en lo que ha sido siempre su esfera de actuación. Y eso es para ellos una forma de "socialismo', concepto no solo detestado, sino que se considera una verdadera obscenidad. Tanto que los llamados "liberales" a quienes se considera con mucha exageración cercanos al socialismo, reciben ese nombre a título de insulto.

Es en eso que consiste el "socialismo" del presidente Obama.