Condoleeza Rice es negra; es más, es negra de verdad en el sentido de que no tiene mezcla de blanco como Barak Obama, o por lo ménos no en una proporción apreciable. Y es norteamericana legítima descendiente de esclavos. Y es además sureña, de la tierra que pretendió separarse de la república federal para crear otra nación, conservando la esclavitud, base de su fuerza laboral algodonera. Y Condoleeza es todavía la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, el segundo cargo en importancia el Estado. Y es una mujer brillante y talentosa. Sólo el General Colin Powell ha llegado tan arriba como ella: fué Comandante General de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y también Secretario de Estado. No obstante, Powell es de ancestro jamaiquino, o sea que no puede alegar que comparte con ella la condición de auténtico norteamericano. Además es bastante más mulato.
Pero Condoleeza tiene un grave defecto: es Republicana; o sea que es conservadora, y funcionaria de Bush. Y se educó como si fuera blanca: es pianista clásica, no de Jazz. Por eso, ahora que se va del gobierno, nadie la despide como el ejemplo de afroamericana que sin duda es.
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