domingo, 4 de enero de 2009

De toros y toreros

* Cualquier opinión que se tenga sobre el toreo, lo cierto es que sus peores enemigos son los empresarios taurinos, y los propios toreros. Lo que fué un espectáculo de alguna plasticidad y belleza estética es hoy día un descarado negocio a beneficio de aquellos. hoy no hay ni toros, ni toreros. Los primeros son unos animales criados a punta concentrado que carecen de la bravura de otrora y los segundos unas rutilantes vedettes hechas a punta de prensa y de comentaristas alquilados. Si algo amenaza esa actividad, es la falta de calidad que exhibe, que la hace aparecer, ahora sí, como un rezago anacrónico y farandulero de tiempos idos.

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