Alto, serio, contundente, Salomón Kalmanovitz, decano de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, es columnista de El Espectador, Presidente de la Asociación Colombiana de Historia Económica y miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Económicas.
Miembro de la poderosa Junta Directiva del Banco de la República durante doce años, tomó allí decisiones de política monetaria y de control de la inflación y desarrolló temas de Derecho, Instituciones y Economía que dieron lugar a numerosas publicaciones. El profesor Kalmanovitz, barranquillero de 65 años, hizo estudios de postgrado en el New School for Social Research en Nueva York, del cual tiene un Master in Arts y es candidato al doctorado en Economía. Completó estudios de Filosofía y Economía en la Universidad de New Hampshire, con un título de Bachellor in Arts. Su experiencia como profesor universitario es vastísima así como su tarea como investigador asociado del Cinep en Economía Política durante casi diez años.
Trabajó en la Contraloría General de la República en Macro economía y Gasto Público y fue investigador visitante en el Institute of Development Studies de la Universidad de Sussex, Inglaterra, en Teoría del Desarrollo Económico y Visiting Scholar en el David Rockefeller for Latin American Studies de la Universidad de Harvard, en Historia Económica de Colombia. Ha sido invitado por universidades de Estados Unidos, Holanda, Israel y México y por los gobiernos de España y de Estados Unidos a numerosos seminarios y talleres.
Kalmanovitz, pues, es un ‘duro’ en Ciencias Económicas, y uno de los más respetados expertos del país. Por eso, su voz analizando la situación que afrontan la economía interna colombiana y el manejo que le ha dado este gobierno, y la debacle económica mundial, tiene autoridad y, desgraciadamente, refleja una realidad más que preocupante.
Ante la contundencia de la debacle económica el gobierno que, hasta hace muy poco pintaba pajaritos de oro, se vio forzado a reconocer que la situación es muy grave. Usted, por el contrario, lleva muchos meses alertando sobre los que nos corre pierna arriba y que hoy es una desastrosa realidad. ¿Por qué esa discrepancia tan grande entre lo que sostiene el gobierno y la realidad del país?
Querían pensar con el deseo de que tenían blindada la economía y que seguiría el curso maravilloso que tuvimos en el 2007, con un crecimiento espectacular. Ellos creen que si inspiran confianza habrá una especie de cura espontánea de la posible crisis. Yo, por el contrario, creo que es mejor encarar los hechos, que la gente haga sus presupuestos de lo que se le viene encima y no estarla engañando. Ahora tenemos el contagio fundamental de una crisis del tamaño de la Gran Depresión.
Ya sabemos de la crisis hipotecaria pero ¿qué otros factores contribuyeron a esa hecatombe?
Esa es una buena definición porque la crisis es de una magnitud enorme. Allí confluyen tres sistemas tormentosos combinados con una crisis. Después de todo auge fuerte viene una corrección. De 2000 al 2007 hay globalización desenfrenada, grandes oportunidades por todos lados y una crisis bancaria y financiera estimulada por una regulación muy pobre. Eso nos contagia inmediatamente, vía comercio internacional e inversión extranjera.
Con la globalización es entendible que todos los países sufran, pero ese efecto dominó es aterrador. ¿Por qué no tienen los países desarrollados, como los europeos, sistemas que les permitan defenderse mejor?
Todos están conectados financieramente. Los bancos alemanes, franceses, e ingleses compraron paquetes de varios tipos de deuda, que venían con unas formulas muy enredadas y tenían ciertos niveles de riesgo que no estaban medidos, pero eran muy rentables. El sistema europeo compró esas deudas en Estados Unidos y los activos tóxicos se propagaron a todo el sistema financiero, exactamente como un virus.
Ya posesionado Bernanke, Alan Greenspan el ‘dios’ de la Reserva Federal durante 18 años, salió un día a darse golpes de pecho porque se ‘había equivocado’. ¿Qué responsabilidad le cabe en esta debacle?
Él es el responsable de estas malas políticas. Dijo que la regulación no servía y que el mercado se auto regulaba. Clinton también ayudó porque debilitó la ley de control bancario que había sido aprobada en el 34. Así surgieron monstruos como Merryl Linch, Lehman Brothers, Gold Man Sacks que hicieron lo que quisieron. Por otra parte, la política monetaria fue muy aventurera también. Cada que estallaba una burbuja, Greenspan bajaba las tasas de interés y las dejaba abajo. Eso se fue acumulando y sirvió de sustento al apalancamiento del crédito. Son dos fallas monumentales de política regulatoria y de política monetaria muy laxa. Hay un chiste muy bueno que tenemos los banqueros centrales, que dice que cuando la fiesta se está poniendo buena el banquero central se lleva el trago. Greenspan hizo todo lo contrario: traer y traer más, hasta que la borrachera fue general.
Paul Krugman es muy crítico de las medidas económicas que está tomando Obama. ¿Usted está de acuerdo en que no son suficientes?
Yo diría que van en la dirección correcta, con mucho gasto público. Una de las críticas es que gran parte del paquete de rescate es reducción de impuestos y eso en una fase recesiva la gente no lo gasta. Lo que debe hacer el gobierno es cobrar esos impuestos y gastárselos en obras públicas apoyando estados, municipios y ciudades quebrados.
¿Qué medida drástica debería tomar Obama para cortar por lo sano el desbarajuste?
Debería nacionalizar la banca como lo hacen en Europa. Pero eso allá no es aceptable por la ideología de libre empresa tan fuerte que tienen. Krugman no piensa en términos de posibilidad política y por eso es tan crítico, pero Obama sí es un tipo muy inteligente y sutil, y por lo menos los de Wall Street le creyeron. Por lo demás, no compromete tantos recursos como lo haría de comprar directamente los activos tóxicos, sino que crea un mercado, hace unas subastas financiadas parcialmente por el sector privado, esto subirá el precio de estos activos, que era lo más difícil de lograr. Yo diría que tienen muchos impedimentos pero, a pesar de todo, han actuado y con bastante contundencia.
Pasando a Colombia, la cifra de desempleo (14%) ya es angustiosa, ¿qué medidas debería tomar el gobierno?
Un programa que podría ser muy intensivo en empleo es la vivienda de interés social, pero ya vimos que ni siquiera están vendiendo la que tienen, –que tampoco es mucha– porque las casas ya valen $35 millones y eso está por fuera de las posibilidades de los estratos 1 y 2. Pero es que las cosas no se hacen con rigor. ¿Por qué no hacen subastas transparentes para que se las gane el que tenga la mejor propuesta no sólo económica sino en tecnología y en tiempo de entrega, que también es un costo muy grande para el ciudadano? Es un irrespeto total y una falta de rigor por la corrupción y el favoritismo.
¿La inflación está tan controlada, como dicen?
Había cierta preocupación del banco porque la inflación básica no siguió bajando, pero sí, yo creo que ya tienen bastante seguridad; pero hay que advertir que el gobierno no ayuda. Si hubiera bajado un poco la gasolina habría ayudado más –y ya que esto sale en el Valle– hay cosas que no se entienden, como el hecho de que el etanol se esté cobrando a $7.700 –más que la propia gasolina– cuando el precio del etanol brasileño colocado en Bogotá es de $4.000. Es un regalo para los destiladores de etanol, gigantesco. Si se hubiera hecho una subasta con la participación de brasileños y colombianos, a ver quien se llevaba el contrato, el precio del etanol sería de $4.000 y el gobierno hubiera podido bajar el barril de gasolina, unos $400. Es que la política económica no está al servicio del consumidor sino de un pequeño grupo que, además, puede quedar mal acostumbrado ya que no tiene que aumentar la productividad ni ser más eficiente, porque ya tiene ese margen enorme.
El Ministro de Minas sigue insistiendo tercamente en que no se rebaja la gasolina, porque es importante mantener la creación del Fondo de Estabilización, y sostiene que es un ahorro de los usuarios a futuro cuando vuelva a subir el precio. Niega que constituya un impuesto.
Es un impuesto nuevo que no tramitó el Congreso. Si se lo tramitara se daría una importante discusión que incluiría temas como la fijación del precio del petróleo a largo plazo, porque no es renovable. No debe ser exactamente el precio del mercado internacional –ahora artificialmente bajo– pero tampoco tan alto para atender las necesidades de caja del gobierno. Otro tema fundamental que debe debatirse es el subsidio que todavía existe para el diesel.
Juan Camilo Restrepo dice que están convirtiendo a diesel el parque automotor porque es más barato que la gasolina y que se tienen que equilibrar los precios para evitar ese uso que es muy contaminante. Pero es que esas no son consideraciones de un gobierno que está amangualado con los transportadores y no les va a tocar el diesel.
La gran pregunta es ¿cómo se va a financiar el gasto durante este año y en el 2010? Las proyecciones anteriores sobre 3,5% se esfumaron.
Sí, hoy hacen las proyecciones con una meta de crecimiento entre 0,5 y 1,5% . Barclays había previsto 1,1, otro banco internacional habló de 1 y yo digo -2.
¿En qué sustenta esa cifra ?
Porque caen las exportaciones 30% y la inversión extranjera 25%. Eso ya me da una reducción del PIB.
El Banco de la República bajó las tasas tres puntos en los últimos meses. ¿Hay margen para seguir bajando?
La enseñanza de la Reserva Federal Gringa es que se puede meter en terreno negativo. Tiene entre 0 y 0,25%, con una inflación del 2%, o sea que tiene una tasa negativa de -1,75 . Aquí estamos en inflación de 6,5%, pero yo creo que se puede bajar a cinco.
¿Y si eso no es suficiente?
Entonces el Banco de la República puede comprar TES de más largo plazo, que debe tener siempre en su portafolio, para recoger, a veces, y otras expandir. Ahora podría expandir haciendo precisamente eso. Ahí hay un margen bueno para que el gobierno se financie con títulos el año entrante.
Algunos dicen que se puede financiar con emisión, que el banco le preste directamente al Gobierno.
Eso me parece peligroso porque el Gobierno no le paga, su capacidad de gasto aumenta considerablemente y puede enviciarse, hacer que eso sea parte de su presupuesto permanente y le de pereza poner impuestos.
¿Qué pasará con los impuestos?
Ese tema va a estar bravo si el Plan Colombia se reduce sustancialmente. Creo que van a tener que dejar fijo el impuesto al patrimonio.
Aquí todos los impuestos ‘transitorios’ se quedan de por vida.
Las exenciones también.
Usted ha criticado fuertemente al Gobierno porque concedió exenciones enormes que algunos calculan en $5,9 billones...
Si los empresarios compraban bienes de capital no pagaban impuestos equivalentes al 40% de su valor. Esto sucedía cuando el peso aún se estaba revaluando. Si usted tiene el peso a 1.550 y fuera de eso le regalan el 40%, ¿no es demasiado?
Con el tema de la ‘confianza inversionista’ el gobierno esperaba que la inversión, subiera mucho. en Colombia hubiera sido muy distinta la inversión con esas cargas, que sin ellas.
¿O sea que estar tan manirroto ahora le está costando dolores de cabeza?
Si el gobierno no hubiera dado esas exenciones hubiera podido hacer la descarga de los parafiscales –Sena, Bienestar Familiar y Cajas de Compensación– y no hubiera pasado nada. Los impuestos al trabajo, que frenan el empleo y aumentan la informalidad, equivalen a lo que le regaló a una gente que no necesitaba plata.
Muchos se preguntan si el Presidente y su gabinete realmente saben de economía; ¿Desde su punto de vista qué significaría para el país un tercer mandato de Uribe?
El ha desintitucionalizado profundamente el país y ha hecho tremendamente ineficiente al Estado y, quizá con una filosofía anti estatista –que el estado no tiene por qué intervenir en nada– desmontó todas las herramientas de intervención que tenía el Estado, juntó ministerios, ya no hay regulación del medio ambiente, el de Transporte es simplemente un ministerio que atiende a la clientela política del gobierno, el de Interior y Justicia es el de la injusticia, donde empacan la justicia con sus compinches y garantizan la impunidad a sus funcionarios.
Por eso no atiende críticas. No hay forma de que las críticas le hagan alguna mella porque no hay Procurador, porque el Fiscal a veces sí, a veces no, porque las Cortes ya están cooptadas, la Judicatura es una vergüenza total. Las instituciones colombianas que habían obtenido una franca mejoría en la Constitución del 91, no solamente por un mejor balance de poderes y un Estado más grande, se han deteriorado en forma importante. Este gobierno ha hecho unas chambonadas institucionales enormes y me parece que si se reelige, eso hará metástasis.
¿Cree que no hay manera de frenar esa re reelección?
Pues contra ella conspira la crisis. En mayo del año entrante –tiempo de elecciones– estaremos con un desempleo del 17% y este hombre sin asumir la situación y sin visión para hacer lo que se debe hacer. Yo he advertido permanentemente: va a venir una crisis, haga un gabinete de Unidad Nacional y ponga a los mejores. Pero eso no lo va a hacer. Yo creo que de pronto no gana las elecciones en el 2010.
¿Y si las gana?
Creo que no dura. Se le descuaderna el país.
¿O sea que no es tan claro que si pasa el referendo el arrasa?
No y no tiene legitimidad.
Pero eso no le importa a él...
Pero cada vez habrá más gente que diga: ¡este hombre no debiera estar ahí! Él no tiene la aprobación moral de grandes sectores de la opinión, sobretodo de la más sofisticada, que tiene mucho peso. Eso ya se vio en la encuesta que acaba de salir sobre intención de voto, donde bajó del 56,8% en febrero, a 35,2% un mes después y eso se seguirá profundizando en la medida en que atropelle más y más reglas. Es que es increíble: Uribe hace el referendo, le queda mal hecho por ilegítimo, pero lo va a hacer aprobar a las patadas y a la Corte Constitucional le empaca gente totalmente incompetente. Otra cosa que le va a costar cara es el debilitamiento de la relación con Estados Unidos, que era su sólido apoyo. Se le acabó.
Le van a recortar la ayuda y en el Congreso estadounidense le van a cobrar cada cosa que haga y eso le hará perder legitimidad, porque para varios sectores de opinión en este país, tener vara alta con un presidente gringo es importantísimo.
¿A quién ve usted en el panorama político para suceder a Uribe?
No sé si el Partido Liberal va a estar en el centro cuando la opinión vaya hacia allá, como está sucediendo. El péndulo está regresando de la extrema derecha en la que lo colocaron las Farc y Pastrana y ya va llegando al centro. Quien esté allí va a quedar beneficiado porque la extrema derecha va a quedar ‘out’.