viernes, 20 de marzo de 2009

Los chistes cuestan

Ya se sabe que en la vida política, el humor es el equivalente a la dinamita: puede servir para derribar muros pero también para saltar por los aires. En el caso de Barack Obama -al convertirse en el primer ocupante de la Casa Blanca que participa en un programa de humor «late-night»- la experiencia ha terminado en chamusquina al adentrarse por la senda de las bromas políticamente incorrectas.

En un momento de la distendida entrevista con el cómico Jay Leno, Obama fue preguntado sobre su habilidad notoriamente mala para jugar a los bolos. El mandatario de Estados Unidos, que en la Casa Blanca dispone de su propia bolera, comentó que había llegado a 129 puntos, muy por debajo de la puntuación perfecta de 300. Limitación que el propio Obama calificó entre carcajadas de la audiencia como propia «de las Olimpiadas Especiales o algo similar».
Antes del que programa grabado en los estudios Burbank de California fuese emitido durante la noche del jueves por la cadena NBC, la Casa Blanca se ha visto obligada a solicitar disculpas por el desafortunado chiste a costa de los Juegos Paraolímpicos, iniciativa en la que participan 180 países para ofrecer alicientes deportivos a niños, jóvenes y adultos con discapacidades intelectuales.

A bordo del Air Force One, el avión presidencial, el portavoz Bill Burton explicó el chiste fallido de Obama como «una declaración fuera de lugar sobre la habilidad del presidente para jugar a los bolos que de ningún manera busca ridiculizar a nadie». El propio presidente también llamó a Timothy Shriver, responsable en Estados Unidos del Special Olympics, para explicar que su intención nunca había sido humillar a esa organización o a personas discapacitadas.

Shriver ha destacado que «las palabras hacen daño y las palabras importan». Reproche especialmente duro contra un político como Barack Obama, famoso por su maestría en el arte de la retórica electoral. Además, para más ignominia, Timothy Shriver ha recordado que precisamente en Detroit reside un participante del programa de Olimpiadas Especiales con toda una plusmarca de tres juegos perfectos.

Durante su intervención en el «Tonight Show» de Jay Leno, Obama también se atrevió a comparar el ambiente político en Washington con el archi-popular el concurso de televisión «Operación Triunfo» («American Idol»). Pero con la gran diferencia de que todos se parecen al juez más intransigente y duro.

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