lunes, 3 de agosto de 2009

China e India, las rebeldes

@ Siempre hemos sostenido que si no se puede negar el fenómeno del calentamiento global, probablemente sus efectos son menos críticos de lo que sostienen algunos, y que, por otra parte, hay un componente de motivación política al menos en algunas de las campañas que dicen luchar para revertir sus efectos.

En cuanto a lo primero, siempre nos ha sorprendido el que también existan científicos notables que advierten contra los excesos de las cruzadas que proclaman el carácter crítico de la situación actual. Y que sus argumentos sean desechados con desprecio y saña. Uno de esos casos es el de Freeman Dyson, para quien Gore no es más que un político embaucador y manipulador que utiliza el medio ambiente y su protección como pretexto de sus propios intereses personales.

En cuanto a lo segundo, una buena ilustración la suministra la posición de la India y China frente a los esfuerzos que se hacen por obligarlas a un compromiso de reducción de contaminantes. Las dos naciones emergentes se oponen categóricamente, por considerar que ello las obligarías a reducir su crecimiento en favor de sus competidores en el mercado mundial. Lo cual demuestra que el énfasis en el calentamiento global está lejos de ser un propósito absolutamente inocente y altruista.

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