+ Se dice que Brasil quiere ser la potencia dominante en América Latina. Lo de potencia ya ha ocurrido. Pero la idea de que ese país dominará o se impondrá políticamente en el subcontinente parece menos segura. Porque lo cierto es que, con la excepción del fútbol, Brasil permenace como una sociedad completamente extraña al resto del mundo americano de habla española.
En primer lugar el idioma, ese castellano primitivo que los Portugueses se llevaron consigo al separarse de España y que no evolucionó mucho, o por lo menos lo hizo de manera distinta a la lengua de Cervantes. Un idioma que es casi incomprensible para los hispanohablentes y que configura una brecha de muy difícil superación, para las aspiraciones imperiales de Brasil. Aunque ellos creen que la solución está de su parte, aprendiendo castellano. Quizás lo consigan.
En segundo lugar la historia: a diferencia de hispanoamérica Brasil no tuvo guerra de independencia; allí el hijo del Emperador rompió con su padre, y se constituyó en un nuevo imperio que duró casi todo el siglo XIX.
En tercer lugar la cultura nacional. Por las dos razones anteriores, Brasil posee una identidad cultural completamente extraña a la cultura hispánica. Y como esa cultura no ha tenido en el resto del continente la penetración del american way of life, ella continúa estando muy distante de la vida cuotidiana de aquel.
Podrá un país asÍ, por grande e industrializado que sea, lograr imponer su influencia sobre quienes casi no lo conocen ?
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