* Mal avenido, pero indisoluble. Así el Presidente Chávez siga con sus nacionalizaciones y sus periódicos denuestos contra los Estados Unidos, su economía está tan irremediablemente imbricada con la de aquel país, en todo sentido, que un divorcio total no solo es improbable, sino imposible.
En efecto, los norteamericanos son, de lejos, el primer proveedor de Venezuela, y ello no parece sustituíble. El crudo venezolano, particularmente pesado, en su mayor parte, solo puede ser refinado económicamente en los Estados Unidos, que son el primer y abrumadoramente gran comprador.
Pensar en un conflicto entre los dos países, sobre todo uno militar es descablellado. Así que, si no puede haber ni siquiera separación de bienes, que le queda al coronel ?
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