+ Probablemente nada. Pero los dirigentes norcoreanos, que ya tienen clara la cobardía y la irresolución europea, saben prrfectamente que por más que los amenacen los gobernantes del Viejo Mundo, ellos son totalmente incapaces de tomar medida alguna.
Y por eso están determinados a llevar las cosas al mayor extremo posible de desafío con la seguridad de que esos dirigentes agotarán hasta la última posibilidad de reaccionar, con llamados al diálogo y a la conciliación.
La incógnita es Obama. Pero las posibilidades de que tome alguna acción concreta, más allá de los sempiternos embargos y amenazas comerciales, es igualmente muy improbable. No en vano el presidente americano odiaría parecerse a su criticado y execrado antecesor.
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