Para cambiar de tema, por hoy, el derrame de petróleo de Estados Unidos ilustra muy bien los límites y las falencias de las estertóreas campañas de defensa del medio ambiente.
Siempre hemos sostenido que esas campañas, necesarias y urgentes como son, no están exentas de componente políticos. En otras palabras, no todo es defensa desinteresada de la madre tierra, sino que en esa cruzada juega otros factores menos confesables y menos puros. Por ejemplo, siempre ha sido evidente el papel de los países europeos relativamente avanzados en la tarea de frenar como sea a los que llevan la delantera en la economía mundial. De allí el poco entusiasmo que suelen mostrar China, Rusa, Japón, la India y, desde luego, Estados Unidos, entre otros, por las limitaciones a la contaminación ambiental. Ellos saben que esa limitación les significa una desaceleración de sus índices de crecimiento y producción, y que lo que se busca es disminuir la brecha entre los niveles de desarrollo y por tanto de competitividad. El hecho mismo de la negociación de cupos de contaminación es un mecanismo completamente irreal, que les permite a los grandes "comprar" cupos a países subdesarrollados, para no modificar en nada sus planes de expansión industrial.
Pero cuando todos están en el mismo o parecido nivel, las limitaciones y arreglos brillan por su ausencia. Es el caso del petróleo. Todos los países europeos occidentales tienen grandes empresas y grandes intereses en la exploración petrolera. -Porqué entonces, -si siempre ha sido claro que la extracción de petroleo de los lechos marinos, el llamado off shore, presenta grandes riesgos ambientales, nada se ha hecho ?
Porque aquí todos son interesados. Y aquí, por tanto, las cautelas por la defensa del medio ambiente no tienen mucho espacio, lo mismo que las elocubraciones teóricas y las advertencias desinteresadas. Lo que va a ser interesante es lo que se viene: estarán los países más militantes en favor del medio ambiente, dispuestos a una moratoria de la exploración y explotación de los fondos marinos, en especial de los que requieren operaciones a mayor profundidad ? Será bueno verlo. Los Estados Unidos, por lo pronto, afiman que esas exploraciones serán prohibidas. Pero como la decisión no le corresponde al Presidente sino al Congreso, ésta puede no ser tan fácil. Dependiendo, claro, de cuánto se prolonga el derrame actual.
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