Varias cosas han ocurrido en estos días de silencio.
Por lo pronto, los Demócratas uan torpedeado e impedido la discusión del TLC dando una muestra de estupidez y cinismo que muestra muy bien su mediocridad intelectual y su politiquerismo. Han demostrado que la hipocresía de los políticos americanos no solo no es inferior a la que tantas veces se le adjudica a los latinoamericanos sino que la supera con creces.
Y no es que haya que aprobar necesariamente el tratado de libre comercio, o cualquier otro tratado. Un país es libre de compremeterse internacionalmente si lo desea o rechazar la posibilidad, de acuerdo con sus intereses. Lo que resulta grotesco son los argumentos demócratas, fielmente representados por su sacerdotiza (bruja ) mayor, la insoportable señora Pelosi.
Todo lo cual nos reasegura en la certeza de que los demócratas perderán las elecciones, porque no tienen suficiente decencia para merecer el poder.
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