martes, 29 de abril de 2008

Secuestrador austríaco

Parece difícil que un caso como el del padre Austríaco que secuestra a su hija durante 24 años y tiene con ella siete hijos, pueda ocurrir en nuestro medio latinoamericano, y pueda durar tanto tiempo. Nuestras gentes no viven, por lo general tan aislados y extraños a la comunidad. Que una persona pueda llevar esa clase de vida que parece haber tenido el señor Josef Fritzl, simultáneamente con un hogar diferente y una esposa, y sin ser descubierto por ella y sus otros  otros hijos "comunes" solo puede darse en esas modernas sociedades europeas en donde la gente vive completamente aislada de las demas personas. Hay allí un individualismo feroz que hace que nadie se preocupe por nadie, a pesar de que se vive en un Estado de Bienestar que se presenta como lel gran logro contemporáneo del socialismo democrático. Y este es un aspecto oscuro de las sociedades opulentas que no parece preocupar a los teóricos de la sociedad postindustrial. Pero del que, tarde o temprano tendrá que ocuparse. 

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