+ Cualquiera que analice la explosión de estudios de postgrado de Derecho en Colombia, podría suponer que ello refleja en todos los casos un auténtico deseo de conocimiento jurídico y de interés por las ciencias legales, es decir, una profundización en tales disciplinas, de manera que se pudiera pensar con optimismo en un verdadero avance en el nivel intelectual de los abogados colombianos.
Pero no hay tal. Lo que la gente busca en muchos de esos programas es lo práctico, la solución de problemas concretos en los que está interesada; el litigio inmediato y no la verdadera reflexión. Lo que, paradójicamente, revela una visión empobrecida y mecánica de la profesión de abogado.
Ello, a su vez explica que en un buen número de los programas ofrecidos sean un simple negocio de las Universidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario