martes, 24 de febrero de 2009

El mito de la prehistoria "ecologista".

Jean Jacques HUBLIN es paleo-antropólogo y dirige el Departamento de Evolution Humana del Instituto Max Planck de Leipzig, creado por él en 2.004. Autor, con Bernard Seytre del libro “Quand d’autres hommes peuplaient la Terre. Nouveaux regards sur nos origines” (Nouvelle Bibliothèque scientifique, Flammarion, 268 p.), no es precisamente un entusiasta de las visiones políticamente correctas e idealizadas de los hombres de la prehistoria.

En su opinión, hubo una aglomeración de especies humanas antes de la aparición del Homo Sapiens hace entre 200.000 y 300.000 años en Africa. Pero nuestra especie, -dice él-, se extendió por el mundo, hace unos 50.000 años, con una eficacia nueva, explotando su ambiente de manera inigualada. Considera que es interesante replantear nuestra historia en esa continuidad prehistórica. Los hombres modernos han ido a la Luna de la misma forma que anteriormente pusieron el pié en Australia, en América del Norte y en las islas más lejanas. Igualmente, hoy extraen hasta la última gota de petróleo,y provocan la desaparición de múltiples especies de la misma manera como en otras épocas “intesificaron” sus depredaciones sobre el medio ambiente. Y si hoy se ven obligados a administrar sus recursos, sólo es porque se han visto empujados a ello ya que el planeta se está agotando.

HUBLIN dice que el hombre de Neardental era menos depredador. Aunque apareció al mismo tiempo que los Osos de las cavernas y los expulsó de ellas. cohabitó con esa especie durante 300.000 años. Esos osos no desaparecieron sino después de la colonización de Europa por el Homo Sapiens, aunque para ello se tardara millones de años. No es el lado más simpático de nuestra especie, pero de hecho, la expansión del Homo Sapiens condujo a la extinción de muchos de los grandes mamíferos, incluidas otras especies humanas.

Es cierto que hoy numerosos investigadores atribuyen esas extinciones a causas climáticas. Pero según HUBLIN, el clima ha conocido tantas fluctuaciones en el último millón de años que se le puede atribuir tal o cual extinción a determinada variación: un aumento de calor acá, una helada allá, y hasta la caída de un meteorito en otra parte. Sin tener en cuenta que la forma como fechamos cada uno de esos períodos tiene por lo menos un siglo de inexactitud. Pero es la moda, aunque también un abuso !!!

Porqué negarse a buscar las causas de tal extinción a escala planetaria ? se pregunta el científico. Y responde que el determinador común de la desaparición masiva de las grandes faunas, hace 50.000 años en Australia o hace 12.000 años en norteamérica fué la llegada del hombre moderno ! Se pretende, a través de causas climáticas o externos exonerar a los ancestros de los Amerindios o de los Aborígenes de toda responsabilidad en la desaparición de los Mamuts o de los Canguros gigantes.

Pero resulta que hay una especie de mito de una edad de oro del paleolítico, en el curso de la cual los hombres habrían sido pacifistas y ecologistas que administraban sus recursos. Pues no fueron ni lo uno ni lo otro, porque los estudios recientes demuestran que tales hombres, lo mismo que los posteriores, no estaban exentos ni de violencia ni de organización jerárquica. Pero posiciones cláramente sesgadas e ideológicas tratan de falsificar la prehistoria con esos cuentos de hadas.

E incluso hubo canibalismo, pues en ciertos lugares prehistóricos (Gran Dolina y El Sidrón en España y Moula en Francia) se encuentran restos humanos como los de animales que muestran trazas de haberse usado para consumo de carne. Incluso para períodos muy antiguos se prefiere explicar que esos restos humanos fueron objeto de rituales funerarios muy sofisticados. Curiosamente, a partir del neolítico, el momento en que los hombres se instalan en poblaciones, se jerarquizan y acumulan bienes, se admite que las matanzas y el canibalismo “agresivo” han podido existir. Y advirtiendo que quienes lo lean posiblemente van a pegar alaridos, HUBLIN dice que para él, el Neardental que había sobrevivido claramente a los cambios climáticos antes de la llegada del Cro-Magnom, es una de sus víctimas. Porque fué progresivamente eliminado como los otros grandes competidores carnívoros, robándole sus presas y sus territorios y a veces matándolo. Pero hoy, esa es una interpretación tabú.

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