miércoles, 22 de julio de 2009

Un Socialismo Legendario en crisis !!

†.- La historia del socialismo francés es legendaria. Tanto, que pudo reclamar un orígen distinto al socialismo marxista, y entre sus apóstoles figuran algunos de los personajes más eminentes de la política francesa. Llegado al poder brevemente con el Frente Popular en 1.936, dejó sin embargo su huella en algunas de las más notables conquistas sociales del pasado siglo.

Vuelto al poder en 1.981 con Françios Mitterand, su huella fué menos airosa y en algunas políticas debió recular al perder mucho del apoyo popular, y al descubrir que unas son las ideas y utopias de la lucha electoral, y otras las realidades del poder.

Pero siempre fué un movimiento y un partido vital en su protagonismo nacional.

Hasta ahora.

Primero fué la derrota de su candidata Segolene Royal ante el actual Presidente Sarkozy. Aunque esperada en cierto modo, cuando su derrota se concretó, ella fué un duro golpe, tanto para los militantes como para la candidata, que debió renunciar a sus aspiraciones de dirigir el PS en favor de Aubry.

Venidas las elecciones al Parlamento europeo, el PS vió la ocasión de redorar sus blasoneselectorales. Pero equivocó por completo la estrategia. Considerando que los franceses estaban aburridos de Sarkozy, el partido armó su campaña sobre el ataque personal y directo al Presidente, y no se cuidó de formular verdaderas propuestas alternativas. En teoría parecía tener razón. Es un hecho que el estilo "americanizado" de Sarkozy es muy criticado en Francia donde ha existido la idea de que el Presidente de la República es una especie de distante monarca, solemne y mayéstico. Aún Mitterand, con todo y su socialismo, mantuvo y disfrutó esa imperial lejanía. Algo muy distinto del actual mandatario, huésped permanente, con su glamorosa cónyuge, de las revistas de farándula y chismes, loque ha llevado a sus críticos a hablar de la "pipolisation" del poder, en referencia a la revista americana People.

Pero la estrategia resultó en un estruendoso fracaso, porque el partido del presidente volvió a ganar, y esta vez de manera aún más categórica, dejándo una vez más al PS, dúramente golpeado y desconcertado. Tanto que se ha llegado a proponer hasta un cambio de nombre, lo que ha sido ocasión propicia para las delicias de los humoristas que han divertido al respetable, proponieendo los nombres más burlones posibles.

Y entretanto, la crisis continúa, sin que se vea en el horizonte ninguna solución inmediata.

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