Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Rusia son los países que forman el G-8. Son los países más ricos de la tierra y se reunen en Japón para analizar la situación del mundo. Casi siempre estos encuentros se desarrollan en torno de la idea de cómo ayudar a los países pobres del mundo, o por lo menos eso es lo que se espera que hagan; y si se juzga por lo que se ha logrado, no hay razón para pensar que tales encuentros tienen alguna utilidad.
En esta ocasión tampoco hay mucho optimismo. Pero lo novedoso es que se espera que se discutan los problemas que están golpeándolos a ellos mismos con mayor fuerza, como es el alza de los precios del petróleo y la recesión de la economía planetaria. Los europeos, por su parte, esperan alguna medida en torno del calentamiento global, que es la obsesión de las poblaciones de los países más desarrollados del Viejo Continente.
Menos aún que en otras ocasiones hay motivos para creer, como se dijo, que el encuentro de los ricos produzca algún resultado concreto, pues en él se dan cita unos gobernantes bastante impopulares en sus países. Bush, a quien le faltan 6 meses; Brown, en Inglaterra, cuyo desgaste ha sido extraordinario; Italia con un Berlusconi fuerte, pero poco estimado fuera de su país; Sarkozy, con un nivel de impopularidad preocupante; Fukuda y Harper en Japón y Canadá, gobiernan con una muy fuerte oposición parlamentaria. y la señora Merkel, que es la mejor librada, apenas supera el 40% de popularidad, lo que no le dá mucha autoridad para ejercer algún liderazgo en el grupo. Finalmente Medvenev en Rusia, aunque con un gran respaldo, no ha tenido tiempo para demostrar que es el verdadero gobernante.
En esta ocasión pues, la cumbre de Japón más parece el encuentro de un club de millonarios, que una reunión de responsables en buena medida de los destinos del mundo. Con la diferencia de que por lo menos las citas entre millonarios, como diría Galbraith siempre terminan en algo concreto: así sea tan temible como una conspiración contra el resto de la gente
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