Parece que el éxito del ejército crea resentimiento entre los vecinos. Debe ser preocupación. Un ejército orgulloso y lleno de confianza, con una moral por las nubes, es lo menos que quieren ver en el vecindario, donde los cuerpos armados no gozan de los mismos atributos y sentimientos. Y es que, con lo saben los estrategas desde siempre, lo que hace que una fuerza pública sea victoriosa no son las armas, por modernas y sofisticadas que se tengan, sino la moral y la confianza . Y eso le sobra a la nuestra.
Pero los resentidos y los envidiosos se han apresurado a darle despliegue amplio a la absurda especie publicada en Suiza. En algún periódico ecuatoriano se dice que el operativo fué realizado por extranjeros, es decir, el mismo bulo inventado en ese país a raíz del ataque que produjo la muerte de Raul Reyes, porque cuesta mucho aceptar que el ejército de este país tenga una preparación de la que otros carecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario