Esta agresiva descripción no se escribió en ningún periódico, de ningún país del primer mundo. No se publicó para referirse a ningún líder africano y ni siquiera latinoamericano. Aunque parezca increíble, semejante texto, que puede considerarse, no solo contrario a los más elementales principios de la diplomacia y en cambio muestra imperdonable de torpeza política fué incluido en un brochure entregado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, con ocasión de la cumbre del G-8 en Japón, refiriéndose a Silvio Berlusconi, el Primer Ministro de Italia, y uno de los poquísimos aliados y amigos personales que le quedan a Geoge W. Bush.
Ante la explicable e indignada protesta italiana, el Departamento de Estado salió con las habituales y titubeantes explicaciones que acostumbra cuando uno de los imbéciles que tiene como expertos, produce un incidente de esta naturaleza.
Y pensar que nuestro ministro de Relaciones Exteriores protesta por las canciones de Carla Bruni.
No hay comentarios:
Publicar un comentario