sábado, 10 de enero de 2009

La difícil simetría de la guerra

* El gobierno español, con el insufrible Zapatero a la cabeza ha resuelto exigirle a Israel que se retire de Gaza, pero no ha hecho la  exigencia a Hamas de parar el lanzamiento de misiles contra los pueblos israelíes de la frontera.  Es una muestra más de oportunismo del sujeto que dejó hundir la economía de su país, mientras se dedicaba a pelear con los obispos. Desde luego, tiene menos riesgos desafiar a Israel que a los árabes. El estado mayoritariamente judío no anda por allí reventando trenes y sus ciudadanos no acostumbran volarse con dinamita dentro de los buses atestados de jóvenes y niños.

Es cierto que a la gente común le simpatiza instintivamente la posición palestina porque percibe como la parte débil frente al poderío militar israelí. Los políticos se aprovechan de ello, y hablan de la reacción "desproporcionada". Pero como lo señala con razón The Economist, cómo debería establecerse entonces la proporción ? Quizás la dificultad estriba en que existen nociones como la de guerra justa cuya comprensión no es fácil. Israel ha sido bombardeado regularmente por Hamas, aunque por lo general sin causar víctimas. Debería entonces ese país abstenerse indefinidamente de toda reacción ? Barak Obama, de quien seguramente se está esperando una actitud más severa frente a Israel, decía durante una visita realizada a Israel en julio: " si alguien estuvira enviando rockets a mi casa donde mis dos hijas duermen por la noche, yo voy a hecer cualquier cosa que esté en mi poder para detenerlo. Y yo esperaría que los israelíes hicieran lo mismo."

La proporcionalidad debe buscarse, no en un imposible equilibrio de fuerzas sino en la posibilidad de evitar que la población civil inocente no sufra. Y eso no lo está teniendo en cuenta el atacante.


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