Se supone que la proliferación de la información que recibimos nos ayuda a comprender mejor el mundo. Pero, realmente necesitamos tanta información ? Y sobre todo, es bueno ese bombardeo inclemente de toda clase de noticias ? Mejor aún, es socialmente útil ?
No se puede negar, en si mismo, el valor de la información. Y por ello la libertad de prensa ha existido como uno de los derechos políticos esenciales de la democracia. Es necesario que la gente conozca la verdad de los hechos y sobre todo, conozca las ideas de todos. Porque es en el gran diálogo de la sociedad donde se encuentran las soluciones a los problemas y a las necesidades públicas y se ejerce un control preciso sobre los actos de los gobernantes, no solo en cuanto a su conformidad con la ley, sino en cuanto a su conveniencia.
Pero toda esa hojarasca cuotidiana de hechos inconexos. . . no será perjudicial ? Porque en el frenesí de la noticia, las cosas más importantes quedan relegadas y pronto pierden actualidad. Son como una vasta contaminación ambiental que oculta y esconde lo que verdaderamente se necesita saber.
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