* Se ha descubierto una pirámide financiera en Nueva York. El nuevo émulo de Ponzi en la "gran manzana" se llama Nicholas Cosmo, y según se dice, estafó unos US $ 400 millones a sus crédulos inversionistas ( o inversores, como se dice ahora). Ofrecía hasta un 80% de ganancia anual, una verdadera absurdidad. Pero por extravagante e inverosímil que fuera la promesa, el señor Cosmo encontró una legión de ambiciosos incautos. Y, naturalmente, como no podía ser de otra manera, un número muy grande de las víctimas es colombiano.
- Cuando aparecerá el experto que haga un estudio de esta rara característica de nuestros compatriotas que los lleva reiterada e incansablemente a esperar que la fortuna les caiga del cielo ? Con motivo de las recientes catástrofes piramidales en el país, muchos comentadores afirmaron y repitieron incansablemente que, en muchos casos, era la pobreza y la fata de oportunidades lo que empujaba a la gente a los brazos de los predicadores de fortuna. Aunque luego se descubrió que muchas personas ricas también arriesgaron sus bienes por pura ambición. En Estados Unidos no hay la misma situación de pobreza y necesidad, pero los colombianos siguen apostándole a las ganancias milagrosas aún allá.
Falta pues un estudioso que nos diga a qué se debe esta extraña fé en los milagros.
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