lunes, 7 de abril de 2008
El final de las teorías conspirativas
Un jurado ha querido poner fin a las teorías conspirativas sobre el asesinato de Lady Diana Spencer; y ha concluido, después de diez años, en las mismas explicaciones que se dieron inmediatamente después de las tragedia de la Princesa Británica: todo se debió a negligencia del chofer, que estaba embriagado, y a la persecución del carro por los paparazis, que impulsaron a un hombre disminuido por el alcohol, a correr excesivamente, hasta que perdió el control del vehículo en Pont d'Alma. Pero esta concluyente decisión no acabará, ni mucho ménos, con las teorías. La gente no acepta que los famosos mueran estúpidamente como muere, a veces, la gente común. Es como si ellos estuvieran destinados a dejar el mundo tan estruendosamente como han vivido. En el fondo la gente los considera especiales, y especial debe ser su final, porque, de lo contrario, defraudan como el actor se va del escenario sin pena ni gloria dejando al público con la frustración de haber visto una actuación decepcionante.
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