La bancada demócrata norteamericana ha aplazado la discusión sobre el TLC, y ello puede determinar que el tratado no se discuta realmente hasta alguna fecha indeterminada en un futuro que puede durar años. La razón ? la abierta tendencia anti-globalización en los EE. UU., que le atribuye parte de las actuales dificultades económicas y de empleo a la "deslocalización" de empresas en el extranjero. La oposición de los sindicatos, por las mismas razones; la presión del Presidente Bush para que el tratado se aprobada en el plazo de 90 días, que irritó a los demócratas. La tarea de la oposición colombiana en Washington, que encuentra siempre eco en algunas de las más ilustres mediocridades del Congreso, especialmente, también, entre los demócratas. Y last but not least, la tantas veces comentada torpeza de nuestra diplomacia para lidias en el extranjero.
La situación es muy desagradable para el Presidente Uribe, y lo obliga, como todo el mundo lo sabe, a replantear en buena medida su alianza casi incondicional con el gobierno norteamericano. Y dependiendo de las elecciones, con los gobiernos que vengan.
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