El mes se cierra, como siempre, lleno de conflictos y sobresaltos. A la situación colombiana con el enfrentamiento de poderes y la hemorragia de análisis jurídicos en este país de leguleyos, ahora se suma el enfrentamiento entre Perú y Bolivia. El Presidente boliviano se la pasa criticando a su similar peruano por sobrepeso, lo cual es, como dirían los ingleses, es de mala educación. Pero además lo acusa de permitir que los americanos instalen bases en su país, lo cual aparentemente es falso. Y por último lo tilda de "poco anti-imperialista", la cual es una expresión demodée. El Presidente García ha hecho las delicias de los españoles al decirle a Don Evo: “Habría que decir, como Juan Carlos de España, ¿por qué no te callas? Métete en tu país y no te metas en el mío, ya estás jalando demasiado la pita, así que ten cuidado con las consecuencias de lo que estás haciendo”.
Este enfrentamiento demuestra que, como lo ha experimentado el Presidente Uribe, una de las características de los líderes del socialismo del siglo XXI, es la manía de regañar a los vecinos.
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