sábado, 20 de septiembre de 2008
De Pirámides y Wall Street
* Hay una fiebre de pirámides en el país. A pesar de las continuas advertencias e informes de personas que terminan perdiendo diariamente sus inversiones, las gentes siguen arriesgándose en ese sistema absurdo una y otra vez, a sabiendas de que hay un límite a las oportunidades de ganar y la certeza de que, en cualquier momento, los últimos perderán con seguridad. Qué los mueve ? la ambición pura y simple. No importa que el sistema sea perverso y estructuralmente injusto, lo importante es ganar, no importa que los demás paguen con lo suyo tus ganancias. Esa actitud no se diferencia, en último término de la que tuvieron los grandes bancos de inversión del mundo. No importa que las ganancias no pudieran seguir dándose indefinidamente, porque ello es imposible, e independientemente de lo que nos digan los analistas y los economistas que ahora se muestran tan eruditos, fué la pura ambición lo que terminó provocando el colapso de Wall Street. Y es esa ambición despiadada, lo que púdicamente llaman "ánimo de lucro" los grandes teóricos del capitalismo.
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