jueves, 1 de mayo de 2008

Dr. Gregory House

Es un misántropo genial. Y sus fanáticos adoran su feroz incorrección política que lo lleva a bautizar a una de las aspirantes a trabajar con él, "perra despiadada"; o a hacer constante alusión a la negritud del Dr. Foreman, a tiempo que despliega su excepcional intuición como especialista de enfermedades infecciosas
 
House M.D. no se compara con ninguna otra serie de medicina, porque es única en su género y se aparta de los clichés de las otras que se presentan en la televisión. Entre otras cosas porque los autores balancean la aparente crueldad del personaje, infringiéndole a modo de castigo la tortura de una pierna constantemente adolorida que lo lleva a automedicarse constantemente, al extremo de caer en el delito, por lo que su carrera ha estado amenazada por la Ley.

House ha sido imaginado a la inversa del médico tal como se lo representa como se aborda el mundo inquietante y perturbador de los hospitales. El hombre se pasea siempre en zapatos de sport, con un bastón sobre el cual apoya su invalidez . La mayoría de las veces los episodios comienzan con una escena fuera del hospital que propone los datos del problema que hay que resolver, y que inicia  la búsqueda de un diagnóstico que se adelanta como si fuera una averiguación policíaca. Sarcástico con los pacientes cuyas dolencias trata, se mezcla continuamente en batallas verbales de las que sale, invariablemente, vencedor. "Es inútil mentirme, no estamos casados", le lanza a una enferma.  

Allí donde a veces los diálogos tienen el efecto de un chorro de agua tibia (especialmente en ER) en House M.D. tienen una precisión y una exactitud que podrían hacer creer que han sido tallados con un escalpelo.  

Hay en House  algo que pertenece no al mito sino a la magia . En un artículo que el New York Times le había consagrado el año pasado, lo comparaba a un mago de la antigua Persia, a un Mahatma o a un exorcista.   Su actuación en la serie le ha valido al actor británico  Hugh Laurie, dos Golden Globes en 2006 y  2007, lo mismo que una postulación a los Emmy Awards en el 2.005. Reconocido en su país, Laurie actuó en la emocionante “Peter’s Friends” de Kenneth Branagh en 1992 y había sido estrella invitada en dos episodios de la temporada 1 de Spooks (2002). El público americano apenas lo conoció en 2.004 por su actuación en House M.D., que continúa obteniendo grandes audiencias hasta hoy.  

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