* Este mundial, como todos, ha dado lugar al surgimiento de figuras e imágenes mediáticas diversas. Primero fué una linda modelo paraguaya quien accedió a la notoriedad mundial después de aparecer haciéndole barra ruidosa a su país. La belleza de la jóven hizo que su imágen le diera la vuelta al mundo. Ella declaró que se desnudaría en público si su país ganaba la Copa. Lo que no se sabe si refleja su excepticismo en la Selección Nacional, o su confianza plena en sus atributos físicos. Desaparecida la selección paraguaya del Mundial, también se esfumó de los medios la bella modelo, seguramente con algunas ofertas de trabajo bien atractivas.
En un contraste bastante notable, la belleza fué reemplazada por un horroroso pulpo alemán llamado Paul, que empezó a vaticinar el equipo ganador en los últimos partidos instalándose en el acuario que tiene la bandera correcta. El pulpo se ha vuelto noticia mundial y aparece en todos los noticieros de las distintas cadenas de televisión. La operación de notoriedad mediática ha sido todo un éxito y el feo molusco se ha convertido en una imágen omnipresente, que provoca las más tontas conversaciones del planeta.
Un intento de promocionar un periquillo en algún país de oriente está en camino, aunque posiblemente demasiado tarde para que la operación resulte exitosa. En todo caso, como el pulpo ha pronosticado la victoria final de España y el perico la de Holanda, en caso de ganar este último país, es de suponer que el pájaro alcance a tener uno o dos días de notoriedad.
Todo esto son los subproductos de la atención mundial que suscita el Mundial.
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