Bueno, pues ganó España. Un país que según cree Beckembauer no pertenece a Europa. Merecido campeón en un torneo que no pasará a la historia como la gran Misa del fútbol mundial: demasiados errores, demasiada tolerancia de la FIFA con esos errores que, en algunos casos alcanzaron magnitud escandalosa.
Los latinoamericanos, condenados a disfrutar por procuración, saludarán seguramente como algo "casi" propio el reinado español.
A ellos, los españoles, no les hará gracia desde luego, que el Kaiser les haya recordado lo que piensan los europeos, (es decir, los "otros" europeos ?): que España pertenece a Africa. Una vieja convicción que los ibéricos procuran ignorar.
Pero bueno, no habiendo más remedio...
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