El avión es, sin duda, el vehículo más seguro que existe. Pero a ninguno como a él le teme tanto la gente, porque como en ningún otro la sensación de impotencia es tan absoluta. Uno podría pensar que algo similar ocurre con los barcos cuando están en alta mar. Pero la humanidad lleva siglos navegando, y si como dicen algunos estudiosos las sensaciones y las experiencias se transmiten con los genes, todos llevamos en nosotros la huella del mar que recorrieron nuestros antepasados, así ella esté acompañada de lejanas memorias atávicas.
Pero el avión es un vehículo reciente en la historia y frente a él todavía existen miedos invencibles. Y como cuando se produce un accidente grave, siempre deja víctimas numerosas, esas tragedias alimentan los temores de la gente.
El avión que se estrelló en España tiene además el ingrediente de lo inexplicable y, por lo menos mientras los expertos descubren qué pasó, alimentará las inquietudes de los supersticiosos.
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