jueves, 21 de agosto de 2008

Un plan perfectamente calculado.

Pavel Felgengauer, un analista moscovita de cuestiones de defensa había anunciado ya a principos de julio que los tanques rusos estaban preparándose para entrar en Osetia del Sur y en Abkazia. Interrogado sobre las razones que lo llevaron a su acertada predicción, él explica que hizo el diagnóstico observando los movimientos y operaciones militares rusas en la región durante dos meses, lo mismo que las declaraciones de los responsables políticos y las provocaciones incesantes de los Osetios yde los Akkazios contra los Geogianos. El 30 de mayo las "tropas de los ferrocarriles" rusos fueron oficialmente desplegadas en Abkazia. Al contrario de los ejércitos occidentales, el ruso transporta sus tanques sobre plataformas de tren. La llegada de esas tropas para reparar la línea de ferrocarril, anunciaba en realidad la llegada de las fuerzas rusas. Las manifestaciones de los oficiales después de la declaración de independencia de Kosovo y la petción de adhesión a la OTAN de Tbilisi también llamaron la atención del analista. El General Baluievski, ex-jefe de estado mayor de los ejércitos rusos afirmó que Rusia se reservaba el derecho de utilizar sus fuerzas armadas si los antiguos satélites de la URSS entraban en la OTAN. Luego comenzaron las provocaciones de los Osetios, y  el pillaje de las ciudades georgianas. Saakachvili, el presidente no podía sino reaccionar.

En realidad no tenía alternativa, como se pensó en un primer momento, cuando creimos que había sido imprudente. Lo cierto es que de todos modos los rusos habrían entrado, tarde o temprano, tal como ocurrió en Chechenia en agosto de 1.999. En esa época los preparativos de guerra estaban en curso desde el mes de abril.

Saakachvili sabía todo eso. Pero pensó que dirigiendo un ataque rápido sobre Tskhinvali y bloqueando el túnel de Roki podría impedir la entrada de los tanques rusos ya concentrados al otro lado de la frontera. Los Georgianos aplastaron rápidamente a los Osetios, pero no alcanzaron a llegar al tnel porque los rusos habían iniciado su avance antes de la entrada de los georgianos a la ciudad. Los dos ejércitos se enfrentaron en Tskhinvali durante dos días, en los que el ejército ruso encontró una dura resistencia georgiana, por lo que hizo entrar a la aviación, ante lo cual Saakachvili ordenó la retirada georgiana, salvando lo esencial de sus hombres y de su material, al contrario de lo que se creyó al principio.

Ahora bien, el objetivo de la invasión todavía no se ha logrado. De lo que se trataba era de impedir definitivamente que Georgia entre en la OTAN. Las autoridades rusas querían destruir el ejeercito de ese país y eliminar el régimen actual con su presidente, por el cual Vladimir Putin alimenta un odio tan tenaz como el que siente por el oligarca Mikhail Khodorkovski. Lo que los rusos parecían contemplar, según parece, era un régimen federal con poderes muy limitados, cuya seguridad quedaría a cargo del ejército ruso. El jefe adjunto de Estado Mayor, General Nogovitsyn dice abiertamente querer instaurar limitaciones al ejército georgiano.

Por todo lo anterior, no puede ni siquiera excluirse un ataque contra Tbilisi, Como lo admite Gleb Pavlovski, un funcionario muy enterado en el seno del poder, en el Kremlin hay, ahora mismo, un verdadero "pulso" entre quienes quiren "terminar el trabajo" y el grupo de losburócratas millonarios a quienes ello no les interesa. La Bolsa se hunde, haciéndoles perder millones. Ese grupo, no tiene ganas de querellarse con Occidente, con el cual su economía está íntimamente ligada. Por ello Ocidente tiene verdaderos medios de presión. Por ejemplo, le puede decir al poder ruso que va a poner en vigor sanciones financieras. Pero si no hace nada, como hasta ahora, y se queda en la pura retórica, Rusia puede intentar llegar hasta el final. Toda la eelite política está de acuerdo con destruir el régimen de Saakashvili y a Georgia. Pero no está de acuerdo en perder plata. Según informaciones de algunas personas que han ido a Tskhinval por el túnel, ya están instalados los misiles Totchka que apuntan a la capital, para ser disparados si Rusia lo considra necesario. Todo depende de la firmeza de Occidente. Porque Rusia irá tan lejos como se lo permitan.

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