domingo, 17 de agosto de 2008

China, potencia.

Quienes querrían ver a la China convertida en la primera potencia mundial, más por ver desbancar a los Estados Unidos que por un verdadero conocimiento de lo que para el mundo significaría semejante posibilidad, olvidan que hay otro país a quien la perspectiva de una China superpoderosa le preocupa extraordinariamente:  a Rusia.

No hay que olvidar que  enre los dos países, a pesar de compartir su fé en el marxismo y la construcción de la sociedad socialista, hubo reales problemas en la segunda mitad del siglo anterior.

Y nada le garantiza a los rusos que los viejos reclamos fronterizos no vuelvan a aparecer con mayor vigor de parte de un país cuya fortaleza se incrementa todos los días, y que, con seguridad, insistirá en la devolución de los territorios que perdió a manos del Imperio zarista en siglos pasados, interfiriendo además con las aspiraciones de Moscú, que cuenta con volver a ocupar en el mundo su papel de gran potencia.

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