* Según dicen nuestros avisados periodistas, a Obama lo acusan en su país de "socialista" por insultar a los poderosos personajes de la industria y el sector financiero.
No es así. La acusación se refiere a que el plan de reforma al cubrimiento de los servicios de salud contempla, o contemplaba porque parece que ya fué reformado, la intervención directa del Estado en el sostenimiento del servicio para los sectores actualmente desprotegidos.
Y esa clase de intervención es anatema para los conservadores norteamericanos, que, dicho sea de paso, están en los dos partidos políticos del país.
Y lo es porque un principio tradicional que forma parte de la concepción liberal americana es que el Estado no puede intervenir directamente en el eambito de acción de la empresa privada.
En EE. UU. los servicios de salud los manejan grandes empresas privadas que ven, por lo tanto, amenazados sus intereses por una intervención del patrimonio público en lo que ha sido siempre su esfera de actuación. Y eso es para ellos una forma de "socialismo', concepto no solo detestado, sino que se considera una verdadera obscenidad. Tanto que los llamados "liberales" a quienes se considera con mucha exageración cercanos al socialismo, reciben ese nombre a título de insulto.
Es en eso que consiste el "socialismo" del presidente Obama.
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