* El inefable ex-presidente Jimmy Carter ha dicho que los opositores de Obama no le perdonan su condición de negro. Él mismo, seguramente molesto por las palabras del peor presidente que han tenido los EE UU, -en opnión de muchos de sus compatriotas-, ha negado que esa sea la razón de la baja de popularidad que lo afecta desde hace algún tiempo.
Y en realidad el problema es el proyecto de reforma a la salud al cual se oponen, no solo los conservadores como dice simplistamente la prensa, sino vastos sectores que ven amenazados sus derechos con la iniciativa obamiana: están convencidos de que parte de los costos del programa proyectado significará una reducción de las ventajas de que ahora disfrutan. Y para ellos el discurso de la equidad no significa nada. En un país tan marcadamente individualista, hablar de 45 millones de personas, de "las otras personas" que no tienen seguridad social es irrelevante.
Entonces, es esa amenaza, real o imaginaria, la que provoca la caída de Obama en las encuestas, y no la tonta suposición del expresidente Carter.
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