En noviembre de 1.897, un escritor inglés de solo 27 años, Arthur Conan Doyle, años después Sir Arthur, publicó una novela titulada A study in Scarlet (Un estudio en escarlata) con la cual presentó a quien debía convertirse en el prototipo del detective genial: Sherlock Holmes. No fué esa la primera novela policíaca o detectivesca. El mérito corresponde a Mordet på Maskinbygger Rolfsen (El Asesinato del fabricante de motores Rolfsen) del noruego Maurits Hansen publicada dos años antes. No obstante, la ficcion propiamente detectivesca empezó en 1841 conla publicación de The Murders in the Rue Morgue, (Los Asesinatos de la Calle Morgue), un cuento de Edgar Allan Poe en la que apareció "el primer detective de ficción, el excentrico y brilliante C. Auguste Dupin", Poe planteó una formula que ha sido exitosa desde entonces, con pocas variantes". El escritor americano publicó luego otras historias de Auguste Dupin como: The Mystery of Marie Roget in 1843, and The Purloined Letter in 1844.
Pero la particularidad de Sherlock Holmes fué el éxito que tuvo entre el público, debido a que se publicó por entregas en un periódico popular, y a su brillante poder deductivo que , con base en grandes conocimientos científicos lo llevaba a descubrir el misterio a base de puras observaciones. Un detalle curioso es que Holmes consumía cocaína en una solución al 7%, hábito que abandona después a instancias de su compañero el Dr. Watson.
Por mi parte, debo decir que nunca me pareció particularmente emocionante. Siempre preferí a Ellery Queen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario