La corona de la Estatua de la Libertad, cerrada durante casi ocho años tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, volvió a abrir sus puertas a los visitantes. La reapertura del interior de la famosa estatua, conocida por ser una especie de fanal que era lo primero que veían los inmigrantes que llegaban al puerto de Nueva York, coincide con la celebración hoy del Día de la Independencia de Estados Unidos.
El acceso a la llamada Isla de la Libertad y al interior de la estatua fue totalmente bloqueado por motivos de seguridad después de los ataques del 11 de septiembre. Las autoridades estadounidenses empezaron a permitir el acceso de forma gradual primero a la isla y después a las tiendas en la parte baja de la estatua.
Hoy, un grupo selecto de 280 personas obtuvo el permiso de subir los 354 escalones y las 22 plantas por el interior de la estatua para acceder a la corona. Por motivos de seguridad, sólo 30 personas por hora podrán subir hasta lo más alto del monumento. Las entradas, que fueron puestas a la venta online desde a mediados de junio, están agotadas hasta el próximo invierno estadounidense.
Entre 12.000 y 14.000 personas visitan todos los días la Estatua de la Libertad, un regalo hecho por Francia a Estados Unidos en 1886. Para hacer frente al interés público están previstas también la oferta de una visita virtual, así como la cobertura del evento en las redes sociales Twitter y Flickr.
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