* A los americanos les pedimos, o mejor, les mendigamos que nos regalen plata para combatir el tráfico de drogas y a la guerrilla. Y cuando lo hacen, ninguna de esas politólogas de pluma locuaz escriben en la prensa parece creer que la soberanía nacional se esté mancillando, a pesar de que también nos ordenan cuidadosamente cómo debemos invertir la plata. Pero cuando los gringos, previsiblemente, porque ese es el riesgo de recibirles regalos, nos piden que les prestemos unas bases para reemplazar la que les quitó Correa en el Ecuador, la soberanía sí se viola. Curiosa manera de razonar !
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