Cuba ha celebrado este domingo el 56 aniversario del asalto al cuartel Moncada, considerado el primer paso de la revolución que encabezó Fidel Castro en 1959. Por tercer año consecutivo ha sido el actual presidente, Raúl Castro, hermano de Fidel, al que sustituyó en febrero de 2008, el encargado de pronunciar un discurso, que éste año se ha centrado en la mala situación económica. El Presidente ha prometido que el país seguirá adelante a pesar del embargo norteamericano "y otras dificultades"
Raúl Castro, de 78 años, ha reiterado a sus compatriotas la necesidad de volver al campo, poner a producir las tierras ociosas y reducir las importaciones de alimentos, porque la crisis global ha mermado los ingresos de la isla y obstaculiza os créditos. Castro ha recordado que ya en 2007 alertó sobre la imperiosa necesidad de volver a la tierra, porque más de la mitad de las áreas cultivables de Cuba estaban ociosas.
Raul Castro ha expresado que producir en el país en una cuestión de seguridad nacional, porque se gastan miles de millones de dólares trayendo alimentos de otros países. Cuba importa el 80% de los víveres que consumen sus 11,2 millones de habitantes.
Más que cualquier análisis de los enemigos de la revolución, es esta situación la que refleja sin duda el fracaso del sistema. Un fracaso que los líderes cubanos han hecho consistir fundamentalmente en el embargo, que la izquierda latinoamericana llama invariablemente "bloqueo". Pero por supuesto, tal bloqueo nunca ha existido. Lo que ha habido es un embargo. Ese embargo se impuso por ley en 1.992 para institucionalizar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Cuba desde 1.962. Se llama Cuban Democracy Act.
Pero el embargo se refiere a las empresas norteamericanas y a sus filiales extranjeras. Nada le ha impedido a Cuba negociar con los demás países del mundo. De hecho, hasta la Espanna de Franco mantuvo con la isla un intercambio comercial. Y es conocida la actividad hotelera sobre la que ha asentado el turismo.
El limite al intercambio comercial lo ha establecido Cuba con su mala política de pago que desestimula a las empreas europeas y de otras partes del mundo a venderle productos. Y esa es una limitación que solo puede atribuírsele al sistema que implantó hace más de medio siglo.
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