Es sabido que las grandes empresas europeas, y en especial las francesas reciben formas de subsidio del Estado. En la rivalidad Boeing-Airbus, tal ha sido siempre la gran acusación de los americanos contra el consorcio europeo. Y en las tradicionales batallas comerciales, también es cierto que existe una especie de patriotismo financiero que considera inapropiado que los estados europeos le compren armas a las empresas americanas, salvo que ello sea inevitable, en función de una clara superioridad tecnológica. Es una situación que provoca grandes reclamos de la parte de los constructores de los Estados Unidos.
Por ello ha causado tanta sorpresa la decisión del Pentagono de comprar sus aviones "alimentadores" al tandem EADS-Northrop Grumman y no a Boeing, el "abastecedor local". El hecho ha causado una verdadera tormenta en Estados Unidos donde se ha hablado de amenazas a la seguridad nacional, peligro para el empleo y otras tragedias nacionales.
Los europeos se dicen sorprendidos de esas reacciones. Pero uno se pregunta: -cual hubiera sido la reacción de sus compatriotas si el contrato hubiera sido al revés ?
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