Dos candidatos demócratas codo a codo. Un duelo final emocionante anunciado para fines de 2.008, serían los ingredientes ideales para un juego de video. Y, sin embargo, ese juego, sobre la campaña presidencial norteamericana, no existe. Cómo es posible esto, en el país de los creadores de juegos y en el paraíso del marketing ?
Ian Bogost, autor de Watercooler Games, un famoso nicho de la red, había profetizado que en este año cada uno de los candidatos a la Casa Blanca tendría dedicado su propio juego en Playstation 3. Se equivocó completamente.
La campaña norteamericana de 2.004 fué interesante y no era para esperar menos esta vez. En cambio, lo que hay es una campaña video-lúdica muy primitiva. El cronista solo reseña dos juegos de dudosa calidad , “White House Joust ”, pálida copia de un juego ocasional apartecido en 2.004, cuyo principio consiste en perforar el balón del adversario político. El segundo título, “Hail to the Pimp”, es una parodia muy decepcionante, en donde los candidatos son atacados por animales salvajes. En su pesimismo Bogost olvidó también un título intrascendente: Presidential Paintball…
Será acaso que la irreverencia política no se compagina con los juegos de video ?
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