miércoles, 4 de junio de 2008
Especulación y especulación
Hoy no hay menos alimentos producidos en el mundo que hace un año. Pero los alimentos están más caros y las protestas crecen en el mundo. Se atribuye ese incremento de los precios al costo de los combustibles, y , com menos razón, a la producción de biocombustibles, con el apoyo del señor Stigliz, la vedette de los antiglobalización, (y quien salió del FMI en circunstancias poco claras). Pero lo cierto es que el problema le debe más a la baja del dólar, como ocurre con el petróleo, y a la especulación pura y dura, también como en el caso del combustible, lo mismo que a la afluencia de capitales especialmente de los fondos de inversión sobre los commodities. Hay la certeza de que en uno y otro caso, los precios no corresponden a la realidad del mercado. Lo que no se vé claro son las medidas adecuadas para tratar la situación. En el caso de los alimentos hay un factor adicional que complica las cosas: el abandono en los países pobres del sector agrícola. Porque ahora, que los agricultores pueden ganar un poco más, se les dice que están afectando a la economía. Y es cuando aparecen soluciones como la argentina, que consiste en impedir las exportaciones. Pero si se desestimula al campo, el problema puede ser aún peor, porque entonces lo que habrá no será un problema de precios altos sino otro de escasez; y entonces las cosas son mucho peores.
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