* Los países reunidos en el marco del G-20 (al cual finalmente se hizo invitar como país observador España, después de una vergonzosa campaña de "lagartería"), la gran conclusión a que han llegado es a la de fortalecer los mecanismos de control de las actividades financieras, para evitar,en el futuro, una repetición de la gravísima crisis actual.
Mientras tanto, Japón, la segunda economía del mundo, ha entrado claramente en recesión de acuerdo con las cifras de contracción de su economía. Este hecho se une a la recesión de las economías de Europa. En efecto, ya se ha confirmado el caso de Francia, Alemania y el Reino Unido, lo que deja en claro que las dificultades de la economía han alcanzado una magnitud mundial. Ante la disminución de la demanda en esos países, conjuntamente con los Estados Unidos, no hay duda de que China e incluso la India, sentirán el impacto.
Como gran afectada, la industria automobilística. En EE. UU. todavía espera las medidas de rescate, que, aunque encuentran una gran resistencia en ciertos sectores del Congreso, seguramente tendrán que adoptarse necesariamente. En el Japón, esa industria aspira igualmente a un rescate extraordinario por parte del Estado.
Y en una muestra más, por si falta alguna, de la emergencia, Citibank anuncia hoy una reducción mundial de 50.000 de sus empleos.
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