jueves, 6 de noviembre de 2008

Las preocupaciones europeas

Con Obama, "El Occidente reencuentra la seducción", se comentaba ayer en el círculo de  Nicolas Sarkozy, según la prensa francesa. Francia, en su papel de presidente del Consejo Europeo, considera que "la familia occidental" que tanto ha sufrido con la imágen degradada de los Estados Unidos, va a recuperar influencia, en un momento en que Europa y EE UU están enfrentados a peligros comunes y a la aparición de nuevas potencias en el Sur y en Asia. Con un nuevo presidente americano que ha prometido cerrar Guantánamo, las ideas de Occidente volverán a encontrar un mensajero emblemático para el planeta, se piensa en el Eliseo.  

Barack Obama suscite suscita en el "Viejo Continente" mucho entusiasmo y grandes esperanzas incluso si, paradójicamente, no ha sido mucho en interés que ha mostrado hasta ahora por la construcción de la Unión Europea. En julio pasado, su gira por ese continente apenas lo llevó a algunos países importantes, ( un discurso espectacular en Alemania, una conferencia de prensa en Francia y una entrevista en Gran Bretaña). Por el contrario, a diferencia De George Bush, en 2.005, no fué a Bruselas. Los últimos años de mandato de Bush han estado marcados, en realidad, por una recuperación del multilateralismo americano (sobre Irán, el clima y el papel de la ONU). Obama hereda una relación transatlántica ampliamente tranquilizada después de las fuertes diferencias por la guerra de Irak en 2.003. Pero para él los desafíos siguen siendo muy grandes.     

Crisis financiera, calentamiento climático, comercio mundial. 

Sobre esos grandes problemas, los europeos esperan un viraje. Durante la Reunión del G20 el próximo 15 de noviembre en Washigton, la UE espera convencer a los Estados Unidos de la necesidad de reformar la estructura financiera internacional. Los 27 se consideran en posición de ventaja porque la crisis nació, dicen ellos, por una falta de regulación de Wall Street.

Sobre el clima.

 Los europeos esperan una verdadera ruptura con los años Bush, como lo anunció Obama. Confían en que los Estados Unidos jugarán un papel motor en las negociaciones previstas de aquí a fines de 2.009 sobre el post-Kyoto. Pero la crisis económica muy posiblemente le reducirá en buena medida el márgen de maniobra al nuevo presidente. 

Sobre el comercio.

En este campo, por el contrario, los Europeos no se hacen muchas ilusiones sobre un pronto relanzamiento de la "ronda de Doha". Ello porque los demócratas son muy cercanos a los sindicatos y por ello menos permisivos que los republicanos en materia de libre cambio.  

Irak

La cuestión es el retiro. La evidente mejora de la situación de seguridad había llevado a Obama a prometer la salidad de las tropas americanas en seis meses. Pero la cuestión tiene sus bemoles: la operación se adelantaría "de manera responsable" y de acuerdo con el gobierno iraquí y con el acuerdo de los comandantes militares americanos. Las "tropas residuales", encargadas de garantizar la seguridad de los civiles y de adelantar operaciones de comandos, tendrían unos 80.000 hombres. Todo ello, según el presidente electo, sin dejar de lado la creación de una "coalición para la seguridad de Irak" en la cual estarían los paises vecinos, incluido Irán, las Naciones Unidas y la Unión Europea. Coalición que no parece muy fácil de constituír.

El Cercano Oriente

Es la primera cuestión de seguridad internacional sobre la cual Barak Obama es esperado por los europeos, en la que los EE UU han estado ausentes durante ocho años.   

Iran Nuclear. 

Esta crisis podría regresar muy pronto al escenario internacional, ya que Teherán puede llegar el año entrante a una suficiente capacidad militar. Al declarar que hablaríasin condicioes con los iraníes, Obama creó mucha perplejidad. Los franceses, partidarios de una actitud firme que preservaría los postulados de la negociación propuesta desde 2.006 a los iraníes reaccionaron buscando un diálogo con Obama desde hace algún tiempo, recordándole que tiene una carta extraordinaria en sus manos, que es el restablecimiento de relaciones con Irán, pero no debe jugarla sino contra una enorme contrapartida.   
 
Afghanistan, Pakistan. 

Con su intención de pedir más tropas a los países europeos para las operaciones de la OTAN en Afganistán, Barak Obama podría poner las relaciones en estado de tensión. Pero del lado europeo se espera que el diálogo que parece trabarse entre el gobierno afgano y los talibanos haga menos necesario ese refuerzo. Otro factor de desacuerdo, tal vez más grave, es que Obama apoya la idea de ofensivas militares americanas a los santuarios de Al-Quaeda situados en Paquistan. Los europeos se preocupan mucho con las consecuencias que tal "persecución en caliente" unilateral puede generar en ese país, ya al borde de la implosión. 

Russie. 

Las relaciones Washington-Moscou se han deteriorado mucho mientras Europa trata de calmar la situación. Barack Obama ha usado un lenguaje contra Rusia más duro que el de la Unión Europea a raís de la guerra Rusia-Geogia. Pero países como Francia, Alemania e Italia nerviosos por apaciguar las tensiones cuentan con el pragmatismo presidencial. Sin esperar tampoco una cancelacion del proyecto de escudo anti-misiles que Bush ha  venido adelantando. A tiempo que la crisis geogiana acentuó llas difrencias europeas, los partidarios de una cierta firmeza frente a Moscú (Polonia, los estados Bálticos) ya no pueden estar tan seguros de un apoyo de Washington sin ciertos matices, como habría ocurrido de haber ganado John McCain.     

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