Los ricos son crueles. Sobre todo los hombres y especialmente después del comienzo de la crisis financiera. Un estudio, realizado en noviembre por Prince & Associates en relación con 191 multimillionarios en el mundo que confiesan tener una relación extra-conyugal desde hace al menos un año, revela que el 80% de entre ellos, prevé reducir los gastos, regalos, joyas, comidas en los grandes restaurantes, viajes en jets privados y otros caprichos que venían suministrándoles a sus amantes hombres o mujeres. Todos alegan la necesidad de "reducir los gastos inútles."
Entre los interrogados, que pagan el 70% o más de las necesidades financieras de su amiguito (a), 12% prevén, más radicalmente, poner punto final a la relación adúltera "por razones financieras". Y entre más antigua es la relación, más está en peligro. Más allá de los tres años, un 7,5 % de las personas entrevistadas piensa romper, mientras que sólo el 4,7 lo piensa si la relación es más reciente.
"Los ricos han sido golpeados por la crisis. Es cierto que están lejos de la quiebra, pero ven a la Bolsa funcionar como un yo-yo. El futuro es muy incierto; están nerviosos y por tanto más prudentes" explica Russ Alan Prince, presidente de Prince & Associates.
"Yo comprendo lo que sienten pues he debido renunciar a comprarle un Maseratit a mi amiga de la Costa oeste y menos diamantes a la de la Costa este" ironiza un lector de la página del Wall Street Journal que publicó el estudio el 18 de noviembre.
Pero frente a la "adversidad", ellas no reaccionan como ellos. Este estudio, realizado con ocasión de otro sobre los comportamientos de compra de una clientela internacional de jets privados frente a la crisis, con una fortuna de por lo menos 20 millones de dolares, revela que las mujeres interrogadas (un tercio de la muestra) siguen siendo más generosas, a pesar de la crisis, que sus homólogos masculinos.
Sólo 15,4% de entre ellas piensa reducir los gastos para sus amantes, contra 18,6 de los hombres. Más de la mitad prevé incluso gastar mas. Finalmente, solo el 1,6% de esas multimillonarias proyecta ponerle fin a la relación para aligerar su presupuesto, contra el 10,4% de los hombres. "Es más beneficoso ser un gigolo que una amante", concluye el señor Prince, que confiesa, sin embargo, no comprender muy bien la lógica femenina.
La sociologa Jolanta Bak, que ha realizado diversos trabajos sobre el perfil de los ricos, tiene una pequeña explicación: "La relación adúltera se considera a menudo para los hombres muy ricos como un atributo de su fortuna, de su status, en tanto que ella es vista por las mujeres como un núcleo de emociones y con frecuencia como un antídoto a sus angustias."
Según ella, en períodos de crisis, los primeros, que tienen por lo general un perfil de hombres de negocios "workaholics" (adictos al trabajo), toman en cuenta la crisis y optan por un modo de vida menos ostentatorio, "menos bling-bling". Mientras que las mujeres, que en la encuesta son también sujetos económicos (todas controlan sus finanzas), buscarán preservar una relación que les servirá de refugio, de escapatoria a las tensiones suscitadas por la gstión de sus negocios y de su patrimonio.
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