aquí todo lo colocan y no ponen nada. Por alguna extraña razón, en Colombia el verbo poner se volvió una expresión grosera. Aunque no tiene el mismo significado de "coger" en Argentina, otra idiotez lingüística que amenaza invadirnos por la vía de los doblajes de la televisión, el síndrome del "colocar" es una verdadera calamidad, especialmente entre los seudo-cultos habitantes de la capital. Aunque ya amenaza con extenderse a todo el país.
Él se une al tonto "regalar" que, según parece, se le obliga a usar a todos los vendedores y dependientes de lo que los expertos llaman las "grandes superficies": me "regala su firma" ?, Su dirección, su nombre ? Y lo peor es que esta forma de hablar se considera el non-plus-ultra de la cultura.
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