La "Marcha del Granadero" o marcha Real, en España, parece que seguirá sin texto, por falta de un consenso, en un país donde la sola idea de constituir una nación unida parece que perturba con una frenética histeria.
Los españoles tendrán entonces que resignarse a un himno sin palabras, ya que por falta de consenso, -algo nada raro tratándose de esa gente-, el Comité Olímpico español (COE) ha tenido que abandonar su proyecto de darle unas cuantas estrofas a la llamada Marcha Real, ahora conocida como Marcha del Granadero. La intención del COE era responder a las quejas de los aletas, exasperados de tener que machacar un «la-la-la» en las ceremonias deportivas internacionales. Mucho más teniendo en cuenta la cercanía de los Juegos Olímpicos de Beijin, donde los atletas ibéricos esperaban cantar a pleno pulmón un himno nacional normal como todos los demás.
El lunes pasado, sin embargo, se conoció anticipadamente en la prensa un texto escogido entre 7.000 que fueron propuestos. La idea era que éste se lanzaría, en la voz de Plácido Domingo el próximo lunes. Infortunadamente, el texto publicado, en un país incoherente como España produjo la alharaca que era de esperar. Que es viejo, "vetusto", "arcaico", "anacrónico" y otras lindezas similares. La Ceremonia con el conocido tenor debió anularse. Las críticas se han centrado, al parecer, en el "Viva España" del primer verso. Alguna vejestoria ignorante dijo por TV que no le gustaba porque ella era "republicana".
España está cerca de unas elecciones generales y el clima entre los partidos ha sido muy agitado, con constantes y apasionadas discusiones y acusaciones. En este ambiente la polémica del himno se ha incrementado porque la oposición al gobernante partido socialista lo ha acusado, con alguna razón, de preferir su continuidad política por cualquier medio, incluso el de estimular las tendencias independentistas de vascos y catalanes al fortalecerlos mediante alianzas políticas regionales.
El Partido Popular (PP), por ejemplo, denuncia el nuevo estatuto de autonomía de Cataluña como una amenaza para la unidad de España. Además se acusa al Presidente Rodríguez Zapatero de debilidad frente a ETA, antes de que el grupo rompiera su tregua con el Estado central.
En un país donde hay cuatro idiomas oficiales y donde todo el mundo quiere constituir una nación para él solo con cualquier pretexto historico trasnochado, la idea de una grande y única nación no le cabe a todos en la cabeza. La bandera oro y sangre, lo mismo que el himno nacional no son respetados por la generalidad.
Y en esta cosa del himno, se resucitan viejas querellas que en otro país más serio ya habrían sido superadas. Ocurre que la República (1931-1936) adoptó en su tiempo el "himno de Riego"; pero Franco reimplantó la "Marcha Real", un canto de autor anónimo, aparecido originalmente en 1.761 bajo Carlos III. En 1978, tras la dictadura, la letra se suprimió, con lo que solo quedó la melodía para ser tarareada.
Todo ese trepequesube no muestra sino lo léjos que está España de sus pretensiones de acercarse siquiera a la madurez de la Europa a la que tanto se ufana de pertenecer. Pertenece geográficamente; pero en lo demás, sigue allende los Pirineos. . . o sea en Africa.
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