El Primer Ministro Italiano Romano Prodi ha sido obligado a renunciar a su cargo tras perder el voto de confianza del Senado italiano. Independientemente de las circunstancias concretas del acontecimiento, él es simplemente la repetición de una vieja tragedia del sistema político de ese país: como ningún partido es suficientemente fuerte como para unir a una gran mayoría de electores, es necesario formar coaliciones, incluyendo a pequeños partidos que de esa manera alcanzan una preeminencia completamente desproporcionada en relación con su verdadera dimensión política, partidos que se aprovechan de su posición para ejercer un verdadero chantaje sobre el conjunto de la coalición de gobierno.
Ahora, según parece, uno de esos minúsculos grupos abandonó al gobierno, propiciando el voto de censura al gobierno d'il Professore que debió presentar su renuncia al Presidente de la República. Ahora se hacen denonados esfuerzos para formar un gobierno de trasnsición con el fin de no llamar a elecciones generales y constituir un nuevo parlamento, ya que todo indica, para angustia y horror de la izquierda no solo italiana sino europea, que en tal caso la victoria d'il cavaliere Berlusconi sería inevitable.
Todo este problema muestra, como lo insinuamos, lo que pasa en un sistema como el italiano, donde la política es más emocional que reflexiva, a diferencia de lo que ocurre en Inglaterra o en Alemania, donde no faltan ciertamente los problemas, pero donde hay más responsabilidad y madurez en el manejo político.
Y pensar que todavía hay gente que piensa que aquí, en este país, se debería implantar el sistema parlamentario !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario